SABER VIVIR COMUNICACIÓN, S.L.
El planeta Tierra y los seres que viven en él son, en buena parte, agua. Incluido el hombre. La necesitamos para vivir, pero nuestro organismo la pierde constantemente y necesita reponerla de la misma manera. ¿Cuánta agua debemos beber? Intentamos responder a estas y otras cuestiones que nos son vitales.
Aunque no te lo parezca, unas lentes rayadas, deformadas o que acumulan suciedad pueden dificultar seriamente nuestra capacidad visual, especialmente en tareas en las que hay que tener una visión perfecta, como durante la conducción o la lectura.
No importa la edad que tengas, si no has hecho ejercicio antes de manera habitual, o aun si padeces alguna enfermedad o trastorno que limite tu capacidad física: nunca es tarde para comenzar a seguir un estilo de vida activa y hacer frente al sobrepeso y a la obesidad.
Llega la hora de comer y solo piensas en tomar algo calentito. Comienzan a bajar las temperaturas y lo que más te apetece es disfrutar de un plato humeante que te ayude a entrar en calor, que reconforte el cuerpo y el alma.
Tomar la cantidad necesaria de agua y otras bebidas es importante para el correcto funcionamiento de todos los órganos, incluido el cerebro.
La pérdida de audición se está convirtiendo un problema de todos, debido al uso excesivo de reproductores de música portátiles.
Pasamos en la cama un tercio de nuestras vidas (los más perezosos algo más…), por eso, es fundamental que mantengamos el equipo de descanso (base, colchón y almohada) en perfecto estado para poder disfrutar de un sueño reparador.
Conviene recuperar este buen hábito porque es una excelente “gimnasia mental”. Nos guste o no, vivimos en un mundo dominado por la tecnología, y esto está cambiando incluso nuestra manera de escribir.
Llamamos tensión arterial a la presión con que circula la sangre por las arterias. ¡Si te han diagnosticado hipertensión, tómatelo en serio!
En esta época del año, asociamos la mayor aparición de casos alergia respiratoria a la proliferación de diferentes tipos de polen que flotan en el aire. Pero hay otros alérgenos que también producen alergias con síntomas respiratorios y que abundan en nuestra propia casa.