SABER VIVIR COMUNICACIÓN, S.L.
Todos –o casi todos– sabemos que la causa principal del cáncer de piel es la exposición excesiva al sol. Sin embargo, una gran parte de la población sigue sin tomar las precauciones necesarias para prevenir esta enfermedad.
Un té “de lujo” y “el rey de los antioxidantes”: así se conoce esta variedad aún poco consumida en Europa, pero muy apreciada desde la Antigüedad en China –su país originario– por sus reconocidos beneficios para la salud, que son excepcionalmente numerosos.
La halitosis o mal aliento es un problema realmente incómodo que afecta a unas cuatro de cada diez personas y podemos solucionarlo con tesón y voluntad.
Para darle portazo al tabaco definitivamente sólo necesitas tres cosas: Voluntad, la ayuda de un profesional y un día "D" para comenzar tu nueva vida sin fumar.
¿A quién no le gusta echar una cabezadita después de comer? El poder dormir la siesta no es una costumbre, es una necesidad que reclama nuestro cuerpo para recargar energías y afrontar la segunda parte del día con la máxima vitalidad.
Cada día, nuestro cuerpo hace la digestión entre tres y cinco veces. En principio, y si nuestro organismo está sano, esto no supondrá ningún problema.
Los estudios científicos confirman que, con moderación, tomar un poco de vino cada día –y mejor si es tinto– tiene efectos beneficiosos para la salud. Sin embargo, debemos ser cautos, pues la cantidad de alcohol admitida como “saludable” varía de unas personas a otras e incluso hay quienes deben evitar tomarlo.
El cerebro humano necesita estar en constante funcionamiento para rendir lo máximo posible. Si no lo ejercitamos, poco a poco va disminuyendo su capacidad para pensar y recordar.
Como todos sabemos, existen muchos ciudadanos que, por diferentes motivos –estéticos, organolépticos, salud– prefieren alimentos con edulcorantes, tanto si se utilizan combinados con azúcar como si se usan de forma exclusiva.
Desde el primer día de nuestra vida, todos necesitamos tres elementos básicos para sobrevivir: comida, agua y aire. Aunque podemos estar horas e incluso días sin los dos primeros, apenas podemos resistir unos segundos sin respirar.