SABER VIVIR COMUNICACIÓN, S.L.
Mil y un beneficios
- Aumenta el colesterol “bueno” e impide la acción del colesterol “malo” en la sangre.
- Protege las paredes de las arterias fortaleciendo el colágeno y la eslatina que las forman, y reduciendo la grasa que se acumula en ellas.
- Disminuye el riesgo de mortalidad por enfermedades cardiovasculares, como el infarto de miocardio o el infarto cerebral.
- El alcohol ralentiza la coagulación de la sangre, mejorando el flujo sanguíneo y reduciendo el riesgo de embolias y trombosis. Por este mismo motivo favorece la memoria, al disminuir la insuficiencia circulatoria cerebral frecuente en personas de edad avanzada.
- Previene la pérdida de masa ósea en la menopausia.
- Favorece el apetito, al estimular los órganos olfativos y gustativos.
- Atenúa los síntomas alérgicos.
- Posee una acción antioxidante, por lo que previene el envejecimiento prematuro, la aparición de ciertos tipos de cáncer y del Alzheimer.
Moderación, siempre
Sólo dos vasos al día: esa es la cantidad máxima recomendada. Sin embargo, hay que tener en cuenta que las mujeres suelen presentar menor tolerancia al alcohol, por lo que, en su caso, el “máximo saludable” sería un vaso diario.
Las personas que tienen el hábito de tomar cantidades superiores tienen más riesgo de padecer problemas de salud como cirrosis, cáncer de lengua, de estómago, de esófago o de páncreas. Al mismo tiempo, aumenta asimismo el peligro de sufrir accidentes de tráfico y otros incidentes.
Pero hay personas que deben abstenerse siempre de beber vino y cualquier otra bebida alcohólica, entre ellas:
- Quienes padecen problemas de hígado o tienen niveles de triglicéridos altos.
- Las personas con sobrepeso.
- Las embarazadas.
- Las personas que toman determinados medicamentos que pueden interaccionar con el alcohol.
El tinto, más saludable
El vino tinto es la variedad más rica en compuestos fenólicos,como los polifenoles, beneficiosos para la salud cardiovascular por su alta capacidad antioxidante (protectora de las células). La mayoría de estas sustancias beneficiosas están en el hollejo de la uva y pasan íntegramente al vino porque no se separa de la pulpa en el proceso de elaboración del vino tinto, a diferencia del vino blanco.