SABER VIVIR COMUNICACIÓN, S.L.
Llega el verano y las piscinas, playas, ríos, embalses, lagos, etc. se convierten en los lugares preferidos para huir del calor. Es una época de disfrute; sin embargo, viene asociada a una serie de afecciones que pueden llegar a ser peligrosas. Pero que no cunda el pánico: siguiendo algunas pautas higiénicas, de vida sana, vamos a conseguir darles de lado.
Seguramente has planeado ya una escapada veraniega a alguno de los hermosos pueblos y ciudades bendecidos por el mar que nos ofrece el bellísimo litoral español, para disfrutar de unos días estupendos junto a esos familiares que hace tiempo que no ves, o en compañía de tus parientes más próximos.
No hay que asustarse si nos sangra la nariz, porque suele deberse a una situación de poca importancia, pero sí es necesario saber cómo actuar correctamente para frenar la hemorragia.
Todos –o casi todos– sabemos que la causa principal del cáncer de piel es la exposición excesiva al sol. Sin embargo, una gran parte de la población sigue sin tomar las precauciones necesarias para prevenir esta enfermedad.
Un té “de lujo” y “el rey de los antioxidantes”: así se conoce esta variedad aún poco consumida en Europa, pero muy apreciada desde la Antigüedad en China –su país originario– por sus reconocidos beneficios para la salud, que son excepcionalmente numerosos.
Hablamos de azúcar alto en sangre cuando tenemos 125 mg/dl en ayunas, o más de 200 mg/dl después de comer. Es muy importante llevar un tratamiento adecuado y constante, tanto si es diabetes infanto-juvenil (tipo 1) o diabetes de adulto (tipo 2).
El cuerpo no nos avisa con síntomas claros si tenemos el colesterol y los triglicéridos elevados. Con un sencillo análisis de sangre rutinario podemos detectarlo fácilmente y emprender las medidas las adecuadas.
Una de las especies de plantas medicinales más populares por sus capacidad para eliminar agua del cuerpo –diurética– es la cola de caballo (equiseto o equisetum arvense).
La halitosis o mal aliento es un problema realmente incómodo que afecta a unas cuatro de cada diez personas y podemos solucionarlo con tesón y voluntad.
Esta prueba se utiliza para detectar posibles trastornos respiratorios tan habituales como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) o el asma. Sólo hay que soplar con energía a través de un aparato llamado espirómetro.