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Es muy importante para todas las personas diabéticas pasar por la consulta del oftalmólogo al menos una vez cada año para realizarse una completa revisión de los ojos y poder así detectar de manera precoz cualquier anomalía derivada de la diabetes, antes de que la pérdida de visión sea irrecuperable. Un buen control de los niveles de azúcar en sangre y de la presión arterial ayuda a prevenir estas complicaciones oculares.
Una enfermedad asociada a la diabetes: RETINOPATÍA DIABÉTICA
Entre las personas diabéticas son muy frecuentes las alteraciones en los vasos sanguíneos del fondo del ojo, encargados de irrigar la retina, lo cual da lugar a una enfermedad específica asociada a la diabetes: la retinopatía diabética.
- Alto riesgo. Todas las personas que han padecido diabetes por largo tiempo corren gran riesgo de desarrollar retinopatía diabética. Más de la mitad de los pacientes con diabetes de 15 o más años de duración presentan vasos sanguíneos dañados en los ojos.
- Síntomas. Aunque puede haber visión borrosa, habitualmente la retinopatía diabética transcurre sin síntomas y puede pasar desapercibida, a menos que se descubra mediante un completo examen médico de los ojos a cargo de un oftalmólogo.
- A cualquier edad. En diabéticos tipo 1, esta dolencia ocular suele comenzar de manera más precoz debido a que este tipo de diabetes se inicia en la niñez o en la pubertad. En diabéticos tipo 2, el comienzo de la diabetes suele ser más tardío y, por tanto, las complicaciones oculares como la retinopatía diabética también lo son.
- Embarazo e hipertensión. Pueden acentuar el riesgo de retinopatía diabética. En estas dos situaciones, el control de la diabetes prestando especial atención a la salud de los ojos debe ser aún más exhaustivo.
Doble riesgo, doble precaución
Recientes estudios han desvelado que las alteraciones visuales que conducen a la pérdida de visión son casi dos veces más frecuentes entre adultos con diabetes que entre no diabéticos. Pueden parecer cataratas o glaucoma, entre otras enfermedades que, si no se tratan a tiempo, pueden conducir a una ceguera completa.
¡Anticípate!
Los tratamientos para la retinopatía diabética cada vez son más seguros y eficaces, pero sólo pueden detener el avance de la enfermedad. En la mayor parte de los casos, la visión perdida ya no se puede recuperar. Por eso hay que anticiparse a la aparición de los primeros síntomas. ¡No te saltes tu cita con el oftalmólogo!