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El glaucoma es la segunda causa más frecuente de ceguera en los países desarrollados, después de la retinopatía diabética, y más de un millón de españoles mayores de 40 años sufre esta enfermedad ocular, que no presenta síntomas hasta que alcanza fases muy avanzadas, cuando ya afecta al nervio óptico. Uno de los factores de riesgo más importantes para el desarrollo del glaucoma es tener una presión intraocular elevada. Eso significa que cuanto más elevada sea la presión del interior del ojo, más fácil es que se produzca una lesión en el nervio óptico.
¿De qué depende la presión intraocular?
La presión intraocular normal es de 15 mm Hg, una cifra curiosamente mucho más elevada que la presión media en casi cualquier otro órgano del cuerpo humano. Esta presión permite la formación óptima de imágenes en la retina, pues garantiza que la curvatura de la superficie de la córnea (la parte del globo ocular que se encuentra en contacto con el aire) sea uniformemente lisa; que exista siempre una distancia constante entre la córnea, el cristalino y la retina; y que toda la retina (capa que recubre el interior del ojo) aparezca tirante y sin arrugas. Los especialistas consideran de alto riesgo una presión intraocular por encima de 22 mm Hg, pues puede aparecer una lesión en el nervio óptico en cualquier momento.
No obstante, hay casos de glaucoma –bastante infrecuentes– que se dan con una presión intraocular normal, por lo que son necesarias otras técnicas diagnósticas para detectarlos con fiabilidad.
¿Cómo vemos con glaucoma?
- Cuando el glaucoma es incipiente, aparece un punto ciego en el campo central de la visión.
- A medida que la enfermedad avanza, se produce también una pérdida progresiva del campo visual periférico.
- En fases avanzadas queda solo una isla de visión central, que puede conducir a la ceguera total.
La hipertensión arterial también afecta
Las tensión intraocular es distinta de la tensión arterial. Aunque son independientes, las personas que padecen hipertensión arterial pueden presentar también cifras altas de tensión intraocular. De hecho, en personas hipertensas que no llevan un buen control, un aumento repentino y agudo de la tensión arterial puede producir alteraciones oculares muy importantes.
Desde los 40, revísate
Puesto que el glaucoma tiene una incidencia mayor en la población a partir de los 40 años, desde esa edad son especialmente importantes las revisión oculares periódicas, al menos una vez al año, para detectar la aparición temprana de esta enfermedad y de otras que afectan a los ojos y a la visión.
- La tonometría es uno de los procedimientos más utilizados por los oftalmólogos y ópticos-optometristas para estudiar si hay signos de glaucoma.
- Hay que tener en cuenta que la mitad de las personas que sufren glaucoma lo ignoran hasta que la enfermedad avanza lo suficiente para afectar a acciones cotidianas como conducir, cruzar una calle o reconocer visualmente a las personas.
El 12 de marzo es el DÍA MUNDIAL DEL GLAUCOMA. Márcalo en tu agenda y aprovecha para acudir a tu cita obligada con el oftalmólogo o con el óptico-optometrista.