SABER VIVIR COMUNICACIÓN, S.L.
Prevención
Evitar que nos duela es muy fácil si mantenemos fuertes los músculos de la espalda.
Haz ejercicios de fortalecimiento y de estiramiento para la espalda por lo menos 2 o 3 veces por semana, párate y siéntate con la espalda recta, evita levantar cosas pesadas y, si lo haces, dobla las rodillas y mantén la espalda recta. Así, los músculos de las piernas harán el mayor esfuerzo.
Permanece activo y come una dieta equilibrada. La tendencia actual apunta a que el reposo es peor y mejor el ejercicio.
Si tienes sobrepeso, adelgaza un poco para reducir la tensión en la espalda.
Lumbares
Se trata de la zona que más suele incomodarnos debido a que tiene más soporte de presión respecto a la cantidad de peso. Solo nos mantenemos de pie si estamos equilibrados, por eso es muy importante mantener la columna recta y fortalecer el abdomen.
El calor es un agente terapéutico excelente, pero con la medida correspondiente. Abusar, incluso de lo bueno, es un problema.
¿Cuándo preocuparse?
Si el dolor de espalda es severo o no mejora al cabo de tres días, debes llamar a un profesional de la salud. También es aconsejable recibir atención médica si presentas dolor de espalda después de una lesión.
El tratamiento para el dolor de espalda depende del tipo que sea y de qué lo esté causando. Puede incluir compresas frías o calientes, ejercicio, medicamentos, inyecciones, tratamientos complementarios y, a veces, cirugía.
Alimentos que ayudan
El huevo: rico en proteínas, que aumenta la masa muscular.
Frutos secos: ricos en magnesio, que tiene una relación directa con el metabolismo del calcio.