SABER VIVIR COMUNICACIÓN, S.L.
Este mes hablamos de tu salud, mujer. Y no solo de la ausencia o no de la enfermedad, sino de tu salud con mayúsculas en la que se incluye el bienestar físico, emocional y social.
¿Cómo es la salud de las mujeres españolas? Con 84 años de esperanza de vida, las mujeres españolas son, quizás, de las más longevas del planeta. Suelen tener comportamientos más saludables que los hombres, comen mejor, fuman y beben menos y conducen con más prudencia (aunque estos patrones están cambiando); por estas razones viven más años. Pero, ¿vivimos con calidad?
Ser mujer implica, aún en la sociedad de hoy, asumir múltiples responsabilidades que pueden afectar al equilibrio físico y psicológico. Según la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria, son muchas las mujeres que todavía realizan un estresante “doble trabajo”.
La incorporación de la mujer al mundo laboral en los últimos años ha aumentado sus problemas de salud, siendo los trastornos psicológicos y los relacionados con enfermedades laborales, los que más consultas producen entre los especialistas.
Con motivo del Día Internacional de la Mujer, que se celebra el próximo martes 8 de marzo, los expertos recuerdan la importancia de aumentar la prevención en las enfermedades que más pueden reducir la calidad de vida de la mujer.
¿Cuáles son las enfermedades o los problemas que más pueden afectarte? ¿Cómo puedes prevenirlos? Descubre cómo es tu salud.
Psicológicos
- Ansiedad: Los especialistas señalan que, aunque cada vez más existe paridad en las tareas del hogar, aún son muchas las mujeres que tienen que realizar un doble trabajo; ese sobresfuerzo, finalmente, pasa factura emocional, con problemas de ansiedad y depresión y física. La ansiedad, un término que guarda numerosas connotaciones negativas, pero que no deja de ser una emoción tan natural y tan necesaria como la alegría, el enfado, la tristeza o el miedo. La ansiedad nos mantiene alerta ante situaciones de amenaza. Nuestros chips se activan para enfrentarnos a nuestro jefe, al pavor que nos da subirnos a un avión o al agobio de las miles de actividades que tenemos del día a día. Pero en muchas ocasiones, la ansiedad nos desborda y se hace incontrolable, provocando el efecto contrario: un bloqueo ante las situaciones que tememos. La psicóloga, Charo Castaño nos aporta unas estrategias sencillas.
- Depresión: En 2020 la depresión será la primera causa de discapacidad tras las enfermedades cardiovasculares, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Es un mal que afecta a las mujeres el doble que a los hombres. Una de cada cinco tiene riesgo de sufrir un episodio a lo largo de su vida. Las mujeres padecen más depresiones leves o moderadas y de forma más frecuente, mientras que en los hombres prevalecen las depresiones de tipo grave o melancólico. Pero, ¿por qué es la única enfermedad mental que afecta más a las mujeres?
Los especialistas coinciden en que los desajustes hormonales son uno de los principales desencadenantes, pero que siempre van acompañados de otros factores sociales, psicológicos y culturales.
“La ansiedad nos indica que algo va mal, y suele atacar más a la mujer”
Alimentarios
- Precaución con las “dietas milagro”: El gran interés suscitado ante la búsqueda de una determinada imagen corporal ha provocado que surjan en el mercado numerosas dietas, prometiendo una rápida pérdida de peso y sin esfuerzo. Estas dietas milagrosas, pueden ser divulgadas por personas no profesionales del mundo de la nutrición.Año tras año aparecen nuevas dietas de adelgazamiento a través de programas de televisión, revistas de moda,... que inducen a una restricción calórica muy estrictas. Se caracterizan por:
- Ser desequilibradas en nutrientes.
- Aportar muy poca energía constituyendo un riesgo para la salud.
- Además, al excluir numerosos alimentos necesarios para el organismo, contribuyen a la adquisición de malos hábitos alimenticios y conducen a una monotonía alimentaria que las hacen insostenibles en el tiempo.
La Fesnad (Federación Española de Sociedades de Nutrición) advierte que las dietas milagro podrían aumentar el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, diabetes, varios tipos de cáncer, problemas renales y hepáticos, así como osteoporosis. Son desequilibradas y no satisfacen las necesidades nutricionales. Aún así, el 31 % de los españoles con sobrepeso ha seguido alguna vez una dieta milagro.
- Adelgazar de forma sana: Para lograr una pérdida de peso a largo plazo debes huir de los métodos milagrosos y formar unos buenos hábitos alimentarios. Aprender a comer de forma equilibrada, con variedad de alimentos, junto con la práctica habitual de ejercicio físico, son el mejor método para preservar la salud. Recuerda que las mujeres:
- Tu necesidad de calorías es distintas a la de los hombres: Tú necesitas, 1.600 calorías, mientras que ellos, 2.200.
- Si te cuesta contar calorías: Reduce las cantidades de tu plato.
- No te obsesiones con la alimentación y acude a un profesional en temas de nutrición.
Físicos
- CORAZÓN: La arteriosclerosis (endurecimiento y estrechamiento progresivo de las arterias que impide un flujo adecuado de sangre a través de ellas) deteriora lentamente todo el sistema circulatorio, regido por el corazón, el gran motor de nuestro cuerpo. Enfermedades como la obesidad, la diabetes o la hipertensión tienen una íntima relación con este envejecimiento que padecen las arterias, por lo que tenemos que hacer todo lo posible por prevenirlas y controlarlas con las herramientas que tenemos a nuestro alcance:
- Adiós a la vida sedentaria. Muévete como quieras, en casa o en el gimnasio, caminando simplemente o practicando una tabla de ejercicios. Eleva tu ritmo cardiaco de manera controlada y notarás cómo ganas resistencia cardiovascular día tras día.
- Menos sal, grasas saturadas y azúcar. Si los tomas en exceso, se acumularán rápidamente en tu cuerpo en forma de kilos de más, transformarán en grasa visceral (sí, la dichosa barriga), muy peligrosa para órganos como el colon, el páncreas, el hígado o el estómago. Por tanto, el embutido, la carne roja y los alimentos procesados, solo de vez en cuando y con moderación.
- Más fruta, verdura, cereales y legumbres. Las vitaminas y minerales, la fibra y los líquidos y las grasas saludables que aportan los alimentos vegetales ayudan a mantener un sistema circulatorio joven durante más tiempo.
- Adiós a la vida sedentaria. Muévete como quieras, en casa o en el gimnasio, caminando simplemente o practicando una tabla de ejercicios. Eleva tu ritmo cardiaco de manera controlada y notarás cómo ganas resistencia cardiovascular día tras día.
- MÚSCULOS Y HUESOS: A medida que cumplimos años, todos vamos perdiendo masa ósea y masa muscular a partir de los treinta años aproximadamente.
- Buenas reservas de calcio. Es fundamental para frenar la osteoporosis, que hace mella en las mujeres tras la menopausia, pero también en los hombres.
- Toma el sol con moderación.
- Ejercicio de cardio + ejercicio de fuerza. Combina ambos de manera equilibrada para ejercitar y mantener tu volumen muscular y pones a funcionar tus articulaciones, al mismo tiempo que estimulas la remineralización ósea y pierdes la grasa corporal que te sobra.
- Buenas reservas de calcio. Es fundamental para frenar la osteoporosis, que hace mella en las mujeres tras la menopausia, pero también en los hombres.
- PIEL: La radiación solar es uno de los agentes que más aceleran el envejecimiento prematuro de la piel, junto con la contaminación o el alcohol, Para mantenerla joven:
- Buena hidratación.
- Protégela con cremas. Ayudan a nutrir la piel por fuera, reparando la capa lipídica que la protege. Podríamos seguir contando más. Pero, queremos que te quedes con la idea más importante: la prevención es la mejor de tus medicinas.
- Buena hidratación.
Estrategias sencillas para el día a día
- Ejercítate. Cuando el cuerpo comienza a realizar actividad física aumenta el nivel de endorfinas, hormonas que permite sentir alegría y bienestar.
- Equilibra el estrés. Hay muchas formas de enfrentar y equilibrar el estrés; las más comunes son la meditación, yoga, ejercicio, etc.
- Fomenta las relaciones de amistad.
- Dieta sana y equilibrada. ¿Sabías que la alimentación afecta directamente a nuestro estado anímico?
- Lánzate a escribir. Para subir el ánimo no hay nada mejor que expresar los sentimientos. Si eres desconfiada o no hay nadie cerca a quien puedas recurrir para contar lo que te pasa, toma un cuaderno o diario y comienza a escribir, libera tus pensamientos.
Menopausia: Afronta los cambios ¡Toma el control!
Entre los 35 y los 65 años aproximadamente, el cuerpo de la mujer experimenta un periodo de transición: se va preparando lentamente para abandonar su capacidad reproductiva hasta que, con el cese de la menstruación, llega a un estado de infertilidad en el que ya no podrá más concebir hijos. A lo largo de estos años, el organismo femenino atraviesa diversas transformaciones como consecuencia de la disminución gradual en la producción de hormonas femeninas (estrógenos y progesterona). Esta pérdida de hormonas provoca alteraciones en el organismo hasta en un 80% de las mujeres, aunque cada una las vive con mayor o menor intensidad y afectan de manera distinta a su salud y a su bienestar psicológico.
- ¡A comer sano!: Calcio y fósforo para reforzar tus huesos y dientes, fibra para prevenir el estreñimiento, vitaminas para prevenir el envejecimiento prematuro… Tu cuerpo y tu mente necesitan estar bien alimentados cada día con todo tipo de nutrientes. Dales todo lo que te piden; eso sí, sin cometer excesos que se transformen en kilos de más. Lo que más debes controlar son las grasas y la sal, para alejarte de la hipertensión y la retención de líquidos.
- Hidrátate: Tus mucosas necesitan ahora más que nunca un litro y medio de agua al día como mínimo. Lo notarás hasta en tu piel, que estará más luminosa y elástica. Tendrás que beber más si sudas mucho o realizas actividad física intensa.
- Olvídate de los tóxicos: Ya sabes cuáles son: el tabaco, el exceso de alcohol y el abuso de bebidas estimulantes (café, té). Sin olvidarnos del estrés, otro “veneno” de la vida moderna. Desintoxicarás tu cuerpo y ayudarás a prevenir los sofocos.
- Practica actividad física: El ejercicio estimula la regeneración ósea, refuerza y aumenta la masa muscular, incrementa la resistencia cardiaca y pulmonar, favorece la circulación y la oxigenación sanguínea, quema la grasa corporal, libera tensiones, nos da un “chute” de endorfinas y serotonina, las “hormonas de la felicidad” que además estimulan el deseo sexual... ¿Se te ocurren mejores razones para hacer ejercicio a diario? Vale todo: caminar a paso rápido, bailar, nadar… Recuerda que para que sea realmente efectivo, hay que dedicarle al menos media hora todos los días.
- No faltes a tus revisiones médicas: Lleva al día tu agenda de chequeos y pruebas médicas (mamografías, densitometrías óseas, citologías…). Es la mejor forma de prevenir enfermedades.
La salud de tus ojos
Gemma Yunta, portavoz del Consejo General de Ópticos-Optometristas, nos explica cómo cuidar de nuestra mirada.
- A partir de los 40 años: Tienes que tener mayor precaución con la presbicia o vista cansada. En esta etapa va a jugar un papel muy importante las actividades diarias que realices. Por ejemplo, el uso frecuente de ordenador puede facilitar el aumento o inicio de la miopía.
- Durante el embarazo: Se suceden reajustes en el sistema hormonal. Por ello, la mujer puede sentir sequedad en los ojos, acompañada de enrojecimiento ocular, picor e hinchazón. Es muy común también la retención de líquidos, que se traduce en un aumento ligero del grosor y curvatura de la córnea, de tal forma que puede provocar variaciones en la graduación.
La forma de prevenirlas es acudir a un centro sanitario de óptica donde un óptico optometrista le podrá ayudar y aconsejar, igualmente en la consulta de un especialista.