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Sus síntomas más frecuentes son dolor punzante y sensación de adormecimiento o cosquilleo en la mano, que suele afectar sobre todo a los tres primeros dedos y de manera particular al pulgar, pero que puede extenderse a toda la mano, e incluso a veces al antebrazo y al brazo. Por la noche, al acostarse, es cuando más se acentúan las molestias, y en casi la mitad de los casos están afectadas las dos manos. Así se manifiesta el síndrome del túnel carpiano, un problema muy frecuente en la actualidad, ya que afecta entre una y cinco de cada mil personas.
Este síndrome es especialmente frecuente en mujeres de entre 30 y 60 años y en personas que realizan labores manuales repetitivas en las que se fuerza durante tiempo prolongado la musculatura de la mano, como al trabajar con ordenador, coser, cocinar (sobre todo al manejar cuchillos y otros instrumentos de cocina) o manejar máquinas. Utilizar demasiado tiempo el teléfono móvil también está dando lugar a numerosos nuevos casos, sobre todo entre la población más joven.
No obstante, en gran parte de las personas que lo sufren no se identifica una causa clara, si bien en ocasiones se relaciona con el embarazo, la diabetes, la artritis reumatoide, el hipotiroidismo o la obesidad.
El diagnóstico suele ser sencillo, pero mediante diversas pruebas, el médico verificará que no se trata de otros trastornos que dan síntomas similares, como alteraciones en las cervicales o a una simple sobrecarga muscular.
¿A qué se debe?
Los tendones de los músculos del antebrazo, antes de ramificarse en la mano, pasan por un canal denominado túnel del carpo o túnel carpiano. Cuando se inflaman dichos tendones, es frecuente que el denominado nervio mediano –que nace en la médula espinal, a la altura de las cervicales– sufra una compresión que afecta específicamente a los nervios e impide un correcto flujo de sangre en las manos y las muñecas, dando lugar a las mencionadas molestias.
¿Qué puedes hacer tú?
Si los síntomas son leves y aparecen de forma intermitente:
- Cuando uses las manos, intenta mantener la muñeca en posición recta. Si escribes a ordenador, utiliza almohadillas de gel para apoyar ambas muñecas. Las hay especiales para el uso del ratón y del teclado.
- Evita las actividades que desencadenan o aumentan los síntomas. Si no puedes hacerlo, descansa cada cierto tiempo.
- En casa, usa una férula especial para la mano, con la que inmovilizarás la muñeca y la mano en posición relajada. Estas férulas se encuentran en farmacias y establecimientos de ortopedia. Úsala durante la noche, aunque al principio te cueste un poco acostumbrarte; descansarás con menos molestias y notarás mejoría durante el día.
- Hacer ejercicios para relajar la musculatura de la mano y de otros músculos relacionados es muy importante.
Si los síntomas son severos o no mejoran: Normalmente es necesaria la cirugía para agrandar el túnel carpiano y disminuir la presión sobre el nervio. La técnica que se aplica en este tipo de intervenciones está muy avanzada y por lo general da muy buenos resultados.
Si las molestias van a más, consulta a un traumatólogo o fisioterapeuta
Mejora tu postura
Si trabajas sentado, mantén la espalda recta y apoyada en el respaldo de la silla, relaja los hombros, coloca los codos a ambos lados del cuerpo, las muñecas rectas y los pies apoyados en el suelo o sobre un reposapiés. La pantalla del ordenador o el objeto que se manipula debe estar situado a la altura de los ojos, para no flexionar en exceso el cuello.
Ejercicios que te ayudan
- Estira completamente un brazo hacia delante. Coloca la mano en posición vertical (dedos hacia arriba) y, con la otra mano, tira de los dedos hacia atrás. Notarás tensión sobre todo en muñeca, antebrazo y brazo. Mantén la postura diez segundos y relaja. Repite el ejercicio con la otra mano.
- Realiza el estiramiento a la inversa: con el brazo recto, estira la mano hacia abajo y presiónala con ayuda de la otra mano. Aguanta diez segundos y repite el ejercicio con la otra mano.
- Contrae y relaja los puños diez veces. Hazlo en dos pasos: primero contrae solo los dedos, y luego aprieta el puño por completo. Descansa unos segundos y repite. Haz este ejercicio diez veces.
- Haz rotar tus hombros hacia adelante diez veces. Descansa unos segundos y rótalos hacia atrás otras diez veces. Repite estas dos series cinco veces cada una, alternándolas.
- De pie, con la espalda recta, lleva la mano derecha al hombro izquierdo, apoyando el brazo sobre tu pecho. Presiona suavemente el hombro hacia abajo con la mano mientras giras la cabeza hacia la derecha, sin subir el otro hombro. Mantén el estiramiento diez segundos y descansa. Repite con el hombro y brazo contrarios. Haz cinco series de cada estiramiento, alternándolos.
Si te han intervenido de túnel carpiano, realiza solo los ejercicios que te haya indicado tu fisioterapeuta, con la intensidad y la frecuencia que te haya recomendado