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Por suerte, la naturaleza nos regala una serie de plantas usadas desde la Antigüedad que ayudan a este órgano vital a funcionar mejor y a deshacerse de las sustancias tóxicas.
Dos de las más conocidas y apreciadas son el diente de león y el cardo mariano. Contamos con otras especies vegetales buenas para la función hepática, como la menta, el boldo, la manzanilla y el anís, entre otras.
Alcachofa
Desde hace milenios son conocidas las propiedades beneficiosas de la alcachofa por su acción protectora para el hígado, además de por otras las alcachofas son ricas en sustancias que ayudan a reducir el colesterol y el exceso de azúcar en sangre, a disminuir la tensión arterial, y a aumentar la producción de orina –contribuyendo a la eliminación de ácido úrico y toxinas–, mejora la digestión y facilita la expulsión de bilis acumulada en la vesícula biliar.
No cabe duda, por tanto, que incluirlas en nuestra dieta habitual –rehogadas con jamón, en vinagreta, rellenas o al horno– es muy recomendable. No obstante, para obtener el máximo provecho de estas propiedades terapéuticas, es mejor tomar algún preparado elaborado con esta planta –normalmente en forma de cápsulas– de los que se pueden encontrar fácilmente en herbolarios y farmacias. De esta manera nos aseguramos el aporte necesario de principios activos muy importantes como ácidos fenólicos, ácidos orgánicos y flavonoides.
Ten cuidado si padeces obstrucción de las vías biliares, pues el extracto de alcachofa pueden estar desaconsejado en este caso.
Diente de león
Las raíces de esta planta sirven para el tratamiento de la ictericia, una enfermedad del hígado que pone la piel amarilla. Sus flores contienen lecitina, una sustancia buena para el hígado en general. Puede ayudar en los trastornos del hígado agravados por el estrés.
Cardo mariano
Sus semillas contienen sustancias que ayudan a las células del hígado a regenerarse cuando ha sufrido daños como consecuencia del abuso de alcohol y de la hepatitis.
Recuerda... Tomar plantas medicinales sin prescripción médica puede ser peligroso. Consúltale a tu médico qué plantas te conviene tomar, sobre todo si padeces una enfermedad hepática.