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Sonrisa tatuada en los labios, urgencia por estar con él o ella, erizarse el vello con tan solo un leve roce. Si has estado enamorada conoces todos estos síntomas. Un estado completamente irracional capaz de elevarte a la más absoluta felicidad durante un segundo y, al siguiente, puede hacerte caer en un profundo abismo. Hablamos del enamoramiento y, por extensión, del sentimiento más profundo del ser humano: el amor. Amar, ¿es sano? O, por el contrario, ¿es seriamente perjudicial para nuestro organismo? ¿Se puede morir de amor?
Mucho se ha escrito sobre el amor. Poetas y no tan poetas. Pero también médicos. Y es que, aunque suene extraño, el amor y la salud están íntimamente relacionados. De hecho, se ha comprobado que los lazos de amistad, cariño y afecto, refuerzan la salud y la felicidad.
Beneficios físicos
Está demostrado científicamente. De hecho, la Fundación Española del Corazón (FEC) ha señalado, en distintas ocasiones, que el amor influye directamente en la salud de nuestro corazón, ya que reduce los riesgos de padecer enfermedades cardiovasculares y contribuye a alargar, de esta manera, la esperanza de vida.
- Fortalece el sistema inmunológico: Cuando nos enamoramos nuestro cuerpo experimenta una serie de complejas reacciones bioquímicas. Este tipo de reacciones ayudan a mejorar el estado de salud y contribuyen a “fortalecer el sistema inmunológico,” según expertos de la FEC. Y es que, con amor nuestra calidad de vida aumenta tanto que enfermarnos menos, ¿la razón? Los sentimientos negativos se ven neutralizados por los positivos y nuestro organismo funciona mucho mejor.
- Influye en la rápida recuperación: Son diversos los estudios que han puesto de manifiesto que las personas que enferman y tienen a alguien que las ame y les cuide, tienen una recuperación más rápida.
- Hace sentir más fuerza: El amor nos prolonga la vida. Sentirnos amados hace que los problemas a los que nos enfrentamos parezcan menos complicados.
- Energía y estrés: El bienestar emocional que se siente al poder dar cariño y ayudar a los demás, hace que las personas sientan más energía y se combate el estrés.
- Sensación de gran bienestar: Cuando te enamoras, desde el punto de vista endocrinológico, liberamos unas hormonas (beta endorfinas) que se disparan. Ellas son las responsables de la sensación de bienestar, de ese característico “paseo entre las nubes”.
- El amor rejuvenece: Las hormonas, el sistema nervioso y la piel, forman un triángulo muy estrecho, por eso la segregación de estrógeno en la mujer mejora el cabello, las uñas, el cutis. Si quieres quitarte unos años, ¡enamórate!
- ¿Visitas al doctor?: ¿Sabías que las personas enamoradas se resfrían menos?
- Alivia el dolor: Los sentimientos intensos y apasionados de amor pueden proporcionar un alivio para el dolor de forma similar a los analgésicos o a ciertas drogas, según un estudio del Centro Médico de la Universidad de Stanford.
Amar, ¿Puede perjudicar gravemente la salud?
Ya conocemos los beneficios del amor. Pero, ¿qué hay de la falta del mismo? ¿El desamor puede afectar a nuestra salud? La experta en este tema, Helen Fisher, antropóloga y autora del libro “Por qué amamos: naturaleza y química del amor romántico”, señala que la falta de amor puede “desencadenar problemas cardiovasculares y gastrointestinales”.
Muchas veces hemos leído poemas épicos en los que muchos de sus protagonistas “mueren de amor”. Para nuestra experta, “el mal amor puede matar de muchas maneras. El mal amor puede conducir a la muerte a través de las enfermedades, de la muerte en vida, de la desesperanza. Pero el verdadero amor no mata a nadie”.
Sexo y salud
También están íntimamente relacionados: sexo y salud. La actividad sexual es un aspecto importante en la calidad de vida. Así lo constata la Fundación Española del Corazón, entre otras muchas instituciones. Son múltiples los beneficios:
- Fortalece el sistema inmunológico.
- Previene problemas cardíacos y determinados cánceres.
- Combate la depresión y el estrés.
- Estimula la memoria.
- Fomenta la autoestima.
- Adelgaza.
- Rejuvenece y produce una sensación de bienestar generalizado.
Sin embargo, es habitual que, ante ciertas patologías, las relaciones sexuales de los pacientes se alteren. Una de las primeras recomendaciones de la FEC es bastante contundente. “Lejos de acarrear peligros, la práctica de sexo resulta muy beneficiosa para la mayoría de los pacientes con cardiopatía”. No obstante, siempre se debe consultar al médico, sin miedos o vergüenza.
La química del amor
¿Cuántas veces has escuchado que el amor es cuestión de química? En parte, es cierto. Las hormonas juegan en tu cuerpo un papel muy importante y hacen que experimentes el sentimiento del amor.
- Luliberina: Es una pequeña hormona cerebral. Su ausencia ocasiona el desapego.
- Testosterona: Es la hormona masculina, aunque las mujeres también la producimos en menor cantidad. Incrementa el deseo sexual.
- Estrógeno: Es responsable del rubor en tus mejillas.
- Serotonina, la que produce placer: es una especie de droga ideal, secretada por tu cerebro y que te hace más optimista, es la hormona del placer.
- Oxitocina, la que estimula el deseo de protección: se segrega en el parto y durante el orgasmo, se asocia a un nivel mayor de felicidad y a la vez, estimula tu deseo de proteger a otra persona, propicia el apego a tus hijos y a tu pareja. Es la responsable de la excitación inicial, originada por las caricias amorosas.
- Feromona, la que provoca que hagas el amor con mayor frecuencia: si el olor o la mirada de alguien te atraen, es por las feromonas, las causantes del fenómeno de la atracción mutua.
- Endorfina: Dan una sensación de seguridad, de paz, de alegría y de sosiego. Funcionan como la morfina, serena la mente y disminuye tu ansiedad. Estas hormonas son tranquilizantes naturales.
- Vasopresina, la que genera la satisfacción de ese amor.
El amor nos prolonga la vida. Sentirnos amados hace que los problemas a los que nos enfrentamos sean menos complicados.
Amor o dependencia ¿en qué consisten?
Todos tenemos cierto grado de dependencia, somos seres que necesitamos relacionarnos unos con otros, sin embargo el problema viene cuando alguien se encuentra “hipotecado” por esa necesidad, el miedo a la pérdida o al abandono. Y no es algo extraño.
¿Sabías qué más de un 11 por ciento de la población sufre dependencia afectiva? En qué consisten las dependencias sentimentales?
El miedo a la pérdida, a la soledad y/o al abandono contamina el vínculo afectivo y lo vuelve enfermizo.
Disfunción sexual y corazón: factores iguales de riesgo
Una encuesta reciente realizada por la Fundación Española del Corazón (FEC), la Fundación para la Investigación en Urología (FIU) y la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN) mostró que casi la mitad de los pacientes cardíacos españoles desconoce, o no tiene claro, la relación que hay entre los problemas de erección y su enfermedad cardiovascular.
Qué debes saber:
- La información es esencial para eliminar los miedos y dudas acerca de retomar con naturalidad la vida sexual tras un problema del corazón.
- Mejorar la capacidad funcional con un programa de entrenamiento físico para aumentar la flexibilidad articular y la capacidad física por encima de los valores mínimos requeridos.
- Respecto a la postura al realizar sexo, algunos estudios han detectado que el gasto energético es superior cuando el hombre se sitúa encima. Las posturas más recomendadas pasan por colocarse debajo o sobre el lado derecho.
- Hay que tener en cuenta las actividades sexuales extramatrimoniales o nuevas parejas: la novedad que supone la nueva pareja o un entorno diferente pueden alterar el ritmo cardíaco.
- Evita el consumo de alcohol.
- Buscar un entorno cómodo y agradable.
- Practicar sexo cuando el paciente está relajado y descansado. No es deseable realizar el coito tras una comida excesiva, después de haber ingerido alcohol o un fuerte ejercicio físico.
La falta de amor también puede afectar a tu salud. Pero, el verdadero amor no mata a nadie.