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Contra moratones y golpes
Los hematomas y contusiones son dos de las indicaciones más conocidas del árnica. Esta planta contiene lactonas sesquiterpénicas sustancias capaces de absorber los hematomas, reducir la inflamación y aliviar el dolor.
Frente al dolor articular y muscular
Muy usada por deportistas en caso de esguinces, distensiones y fatiga muscular (calambres, dolor), también resulta útil en caso de lumbago o ciática y problemas reumáticos como la artritis y la artrosis, en los que a veces interviene el dolor muscular.
Para la insuficiencia venosa
Beneficia a los capilares (vasos sanguíneos muy finos conectados a las arterias y las venas que irrigan los tejidos). Se emplea contra la fragilidad capilar, las deficiencias del retorno sanguíneo (varices, piernas pesadas...), las hemorroides y la rojez de la cara provocada por la dilatación de los pequeños vasos cutáneos.
Cuidado con...
No la apliques directamente sobre las heridas. Puede causar irritación en las personas sensibles a las plantas de la familia Asteraceae. También está contraindicada la aplicación directa sobre ojos y mucosas.
Antes o después de cirugías menores
Al igual que promueve la reabsorción de los hematomas, previene y reduce las hemorragias. De ahí que, en forma de preparados, pueda usarse como una ayuda en cirugías menores (extracción de dientes, por ejemplo), pero siempre pautado por tu especialista.
Para favorecer el sueño tras el deporte
Consumirla en perlas puede resultar interesante cuando realizamos deporte por la tarde o noche y nos activamos en exceso (no dejamos de dar vueltas, tenemos ciertos dolores, sentimos la cama muy dura...).
En caso de inflamación de garganta o encías
Se recomienda en el tratamiento de la ronquera o de la falta de voz por el uso excesivo de las cuerdas vocales. También puede aliviar la inflamación de las encías, ya sea en el caso de los bebés (cuando los dientes luchan por salir) o en el caso de los adultos por otros motivos.