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–aunque nos lo haya recomendado un conocido– conlleva sus riesgos, puesto que incluso las plantas consideradas “inocuas” pueden tener efectos secundarios en algunas personas. El médico y el farmacéutico son quienes deben orientarnos a la hora de encontrar las que más nos favorecen.
Recordemos, además, que el sobrepeso suele deberse a diversos factores que actúan en conjunto en la persona, por lo que habitualmente se recomienda tomar una combinación de plantas medicinales que actuarán a distintos niveles.
Plantas lipolíticas (quemagrasas)
El “rey” de este grupo es el té verde, que estimula la actividad termogénica del organismo; es decir, quema las grasas para aumentar la temperatura corporal. Al mismo tiempo, ayuda a reducir el colesterol “malo” (LDL) y los triglicéridos y podría ayudar a prevenir la aparición de ciertos tipos de cáncer y enfermedades del corazón. Esta propiedad también la tienen el mate y el guaraná.
Plantas Saciantes
Destaca el glucomanano, una fibra soluble que, al ser ingerida con abundante agua, se hincha en el estómago, generando sensación de saciedad y mejorando el tránsito intestinal. Otras plantas saciantes son el fucus y el plantago
Plantas Depurativas
La alcachofa es una de las más recurridas por sus múltiples efectos beneficiosos: estimula la función del hígado, disminuye las grasas en la sangre y puede aliviar los síntomas del síndrome de colon irritable. Uno de sus componentes, la cinarina, contribuye a reducir el nivel de colesterol.
Además, la combinación de sus propiedades antioxidantes previenen la aterosclerosis y otras enfermedades cardiovasculares relacionadas con el sobrepeso.
Plantas reductoras del apetito
Entre ellas sobresale la garcinia cambogia, que calma las ganas de comer y se recomienda especialmente a personas con sobrepeso que no requieren hacer una dieta de adelgazamiento drástica.
¡CUIDADO! Las plantas medicinales sólo deben tomarse por recomendación del médico o del farmacéutico.