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Flor de Aloe
Se conocen nada menos que doscientas especies de aloe vera. Muchas de ellas crecen de manera salvaje a lo largo del litoral español, pero no es recomendable cortar hojas de estas plantas para usarlas en casa, pues aunque todos los tipos tienen propiedades curativas, reconocer cuáles son las mejores especies requiere un estudio especializado.
En los viveros y floristerías podemos comprar plantas de aloe vera en maceta. Si la adquirimos pequeña, hay que tener en cuenta que las propiedades curativas del aloe se manifiestan cuando la planta llega a la edad adulta (tres años después de que aparece la flor).
Fuente de salud por dentro...
- Cura las heridas bucales.
- Ayuda a controlar los niveles de colesterol.
- Refuerza las defensas.
- Contiene vitaminas, minerales y azúcares.
- Mejora las malas digestiones, la gastritis, las úlceras de estómago y el estreñimiento.
- Tranquiliza los nervios.
- Baja la fiebre.
La pulpa de aloe vera se puede comer al natural, en ensaladas o licuada para añadirla a yogures o zumos. Sólo hay que pelar las hojas con un cuchillo y cortar la pulpa en cubos. La piel es muy amarga y se debe desechar.
Para conservar mejor la pulpa, hay que molerla inmediatamente después de pelar la hoja y guardarla en el frigorífico. Conservará sus cualidades durante dos semanas.
Y por fuera...
- Para la piel, es un excelente purificador, hidratante, revitalizador, antiinflamatorio, analgésico, antimanchas y antiarrugas.
- En su utilización externa, el aloe suele ser más eficaz si se aplica un trozo de hoja abierta longitudinalmente directamente sobre la zona afectada, con la pulpa en contacto con la piel, pero sin desprenderla de la corteza.
- Se puede mantener la hoja unida a la piel con una venda o esparadrapo, o bien se podrá extraer la pulpa con una cuchara, machacándola o moliéndola seguidamente para facilitar su aplicación.
En España, los mejores cultivos de aloe vera están en Canarias. Destacan los de Lanzarote, Gran Canaria y Fuerteventura.