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Aparecen en cualquier época y atacan por igual a niños y mayores. Pero en los últimos meses del año, con el inicio del curso, la aparición de brotes de piojos es más común. Y es un problema que aterra a las familias. Según la Fundación Piel Sana de la Academia de Dermatología y Venereología, la infestación por piojos puede ser normal, pero cuando se repite con asiduidad se denomina 'resistencia' y en la mayoría de las ocasiones «la causa es una mala utilización de los tratamientos y un mal seguimiento del problema».
Si a esto le sumamos que basta que quede un solo piojo para que la proliferación continúe, el resultado es un ciclo interminable. Para evitarlo, sigue estos consejos:
Busca con insistencia
Con paciencia y buena luz, realiza una exhaustiva búsqueda sobre el cabello húmedo con un peine de púas finas, deteniéndote sobre todo en la zona de la nuca y alrededor de las orejas.
Extrema la higiene y la vigilancia
Controla el aseo del niño y cepíllale el pelo tres veces al día. Eso lesiona a los parásitos, que así no ponen huevos ni sobreviven mucho tiempo. Otra medida preventiva eficaz es lavar a menudo la ropa de cama y los peines.
El pelo, mejor corto
Cuanto más corto se lleve, menores posibilidades hay de contagio. Por eso las infestaciones son más comunes en las niñas. Para reducir los contagios, pueden llevarlo recogido para que no roce con pelo de otros niños.
No uses remedios preventivos
Hay colonias y aerosoles de farmacia que previenen los piojos, aunque su uso diario está desaconsejado. Y lo mismo ocurre con los champús para eliminarlos, pues su abuso acarrea efectos secundarios y crea resistencia. En los herbolarios encontrarás esencias efectivas como las del árbol de té, la lavanda, el geranio o el aceite de neem.
El tratamiento debe ser combinado
Para acabar con los piojos se recomienda combinar métodos mecánicos y químicos. Si se opta solo por el sistema manual, se ha de realizar con lendrera sobre el cabello húmedo durante 20 o 30 minutos y repetirlo cada tres o cuatro días durante dos semanas. En cuanto a los pediculicidas, ninguno de ellos elimina el cien por cien de los huevos, por lo que se recomienda una segunda aplicación al cabo de 7 o 10 días.
Los remedios caseros, solo como complemento
Sirven como complemento a los tratamientos farmacéuticos. El vinagre, que ayuda a que las liendres se suelten, debe aplicarse sobre el pelo seco previamente calentado, pero no el mismo día que el tratamiento farmacéutico; luego se cubre el pelo con un gorro de baño y se deja actuar durante dos horas. El champú con aceite de árbol de té, que se puede comprar en herbolarios, es eficaz a la hora de asfixiar a los piojos.
¿Es efectivo el peine eléctrico?
Los peines eléctricos deben usarse con el pelo seco, y en esas condiciones el piojo se mueve más. Además, no matan a las liendres, por lo que también hay que usar la lendrera clásica.
¿Sabías que...? Pone hasta 300 huevos a la vez
El piojo adulto mide 2-3 mm de largo, es de color marrón y vive 30 días en el huésped. Fuera de él sobrevive un máximo de tres. La hembra puede poner hasta 300 huevos, que son pequeñas motas blanquecinas que se abren en unos ocho días, dejando salir a las larvas. Estas se quedan pegadas al pelo y al cabo de siete o doce días se transforman en piojo adulto. Y el ciclo vuelve a empezar.