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La lecitina de soja –sustancia que deriva de las semillas de dicha planta– podría tener efectos beneficiosos para la salud, fundamentalmente preventivos, en determinados casos. En concreto, parece ser buena:
Para la salud cardiovascular
La lecitina es muy rica en fosfolípidos, sustancias que ayudan a mezclar en nuestro organismo las grasas con el agua, ayudándonos a expulsarlas e impidiendo que se adhieran a las arterias formando placas y endureciéndolas (aterosclerosis). Al mismo tiempo, la lecitina de soja parece prevenir la formación de un exceso de colesterol y combatir la formación de coágulos, ayudando así a prevenir los infartos de miocardio y otras enfermedades relacionadas con la circulación sanguínea.
Para prevenir los cálculos biliares
Al ayudar a metabolizar mejor las grasas, la lecitina de soja podría ayudar a evitar la formación de piedras en la vesícula.
Para mejorar el hígado
Por la misma razón anterior, la lecitina de soja previene que las grasas se depositen en el hígado –previniendo enfermedades como el hígado graso– y ayudan a este órgano a depurarse mejor, con lo que es más resistente ante amenazas como la cirrosis o la hepatitis.
Para prevenir el envejecimiento
La lecitina de soja contiene gran cantidad de vitamina E, que tiene un potente efecto antioxidante que ayuda a neutralizar el efecto de los radicales libres en las células, lo que se aprecia especialmente en la visión, la memoria y la prevención del Alzheimer.
¿Cómo se toma?
Es fácil de encontrar lecitina de soja en farmacias, herbolarios y supermercados, en diferentes presentaciones:
- En cápsulas, comprimidos o ampollas: La dosis recomendada suele ser de 2.200 miligramos diarios. Compruébalo en el envase.
- En granulado: Se recomienda tomar un par de cucharadas soperas de lecitina de soja al día (desayuno y comida) mezcladas con yogur, con zumo o espolvoreadas sobre la comida. Tiene un sabor neutro y una textura untuosa. No se debe superar esa dosis porque cada cucharada aporta unas 34 Kcal.
Nuestro hígado produce su propia lecitina. Es un tipo de grasa que forma parte de la estructura de todas las células del organismo.