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Los polifenoles son un grupo de sustancias químicas de origen vegetal con una reconocida capacidad antioxidante: ayudan a reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular y de cáncer, y al mismo tiempo son antiinflamatorios, retrasan la aparición de arrugas en la piel y la protegen del envejecimiento prematuro producido por la radiación ultravioleta del sol, entre otras muchas propiedades.
Una ayuda
Diversos estudios clínicos recientes han confirmado que, además, una ingesta adecuada de polifenoles en la dieta habitual ayuda a las personas con diabetes porque estimula la secreción de insulina por el páncreas, mejora la sensibilidad a la misma, modula la liberación de glucosa por el hígado y mejora el metabolismo de las grasas.
Por estos motivos, el consumo de alimentos ricos en polifenoles es especialmente beneficioso tanto para las personas diabéticas como para aquellas que padecen síndrome metabólico (prediabetes) y están en riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, siempre dentro de un estilo de vida saludable que incluya la práctica de ejercicio de forma regular y el control del peso con una reducción en la ingesta calórica.
¿Dónde los encontramos?
En las recomendaciones habituales de alimentación en estos casos, se hace énfasis en aumentar la ingesta –en cantidades adecuadas– de vegetales con alto contenido de compuestos polifenólicos:
- Frutas como manzanas, cerezas, uvas, peras y ciruelas.
- Frutos rojos como fresas, frambuesas, moras y arándanos.
- Verduras como brécol, col, apio, cebolla y perejil.
- Legumbres.
- Aceite de oliva.
- Cereales integrales.
- Chocolate negro, café, té y vino tinto (en un consumo moderado).
- Agua enriquecida: Ahora encontramos también aguas minerales enriquecidas con polifenoles y sin azúcar (aptas para personas con diabetes) que aportan los múltiples beneficios de estos antioxidantes. Es una buena alternativa para hidratarse en verano y cuidar la salud al mismo tiempo.