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Desde hace más de 5.000 años, en las riberas del Nilo se cultiva este fruto que ha acabado extendiéndose por todas las regiones bañadas por el Mediterráneo. A España, este «carmín incandescente», como lo definió el poeta modernista malagueño Salvador Rueda, llegó en el siglo VIII, durante el periodo de dominación árabe. Y su nombre original (sandiyah en árabe clásico) ya denota su procedencia.
Redonda, intensamente encarnada en su interior si está en su punto óptimo de maduración, crujiente, dulce y acuosa, la sandía es hoy una de las frutas más extendidas por todo el mundo. Y tiene en nuestro país uno de los principales productores: de los más de 2.700 millones de kilos que se producen cada año en España, el veinte por ciento (unos 525), se dedican a la exportación.
El devenir de los tiempos, igual que ha ampliado su radio de acción, también ha hecho evolucionar el fruto.
Las primeras sandías que se criaron salvajes en el desierto africano del Kalahari, pequeñas, amargas y poco apetecibles, poco a poco fueron dando paso, mediante la selección de especies dulcificadas, al fruto que conocemos hoy. Y que es ahora, en verano, cuando está en su mejor momento. Y aunque está rica, tiene pocas calorías y mucha agua, lo que la hace idónea para el verano, la sandía esconde otras propiedades, y muchas de ellas beneficiosas para el corazón. La citrulina de la sandía, por ejemplo, ayuda a relajar los vasos sanguíneos y mejora la circulación. Los suplementos de extracto de sandía, según un estudio de la Universidad de Florida, ayuda a las mujeres posmenopáusicas a mejorar su salud cardiovascular. Esos mismos suplementos, tomados durante seis semanas, ayudan ayudaban a aliviar la presión arterial en adultos obesos de mediana edad. Y una más: según un estudio publicado en el Journal of Agricultural Food and Chemistry, tomar un zumo de sandía antes de entrenar ayuda a reducir la frecuencia cardíaca de los atletas y el dolor muscular al día siguiente. Con todos estos beneficios, ¿a qué estas esperando?.
Su nombre original "Sandiyah", del árabe clásico, ya apunta cuál es la procedencia de este fruto veraniego.
8 beneficios REDONDOS
- Es altamente diurética: La sandía es agua en un 93%, lo que la hace ideal para dietas de adelgazamiento y recomendable en enfermos renales.
- Aporta pocas calorías: Cien gramos de sandía solo tienen 20,3 calorías. Eso, sumado a su gran cantidad de agua, causa sensación de saciedad.
- Es depurativa: Su elevado poder alcalinizante favorece la eliminación de ácidos perjudiciales para el organismo. Su contenido en fi bra (0,3 g) también favorece el correcto tránsito intestinal.
- Protege las células: Su contenido en betacaroteno ayuda a la buena salud visual, previene la aparición de ciertos tipos de cánceres y evita el envejecimiento celular por la sobreexposición al sol.
- Es buena para el cerebro: Tiene unos altos niveles de potasio y magnesio, minerales necesarios para la transmisión y generación del nervioso y de la actividad muscular.
- Evita infecciones: Su característico color rojo se debe al licopeno, un antioxidante que previene frente a ciertos cánceres, problemas cardiovasculares e inflamaciones de la próstata.
- Protege el corazón: Es rica en citrulina, una sustancia que al convertirse en un aminoácido llamado arginina protege el corazón, el aparato circulatorio y el sistema inmunitario.
- Es ideal para los niños: Por su gran contenido en agua (93%), su bajo aporte calórico y su contenido en calcio, fósforo, hierro vitaminas C, A, B1, B2 y B6, es ideal para ellos.
¿Una alternativa a la Viagra?
La sandía tiene una alta concentración de citrulina, una sustancia dilata los vasos sanguíneos y actúa de la misma manera en que lo hacen fármacos como la Viagra. Por reste motivo, según un estudio de la A&M University de Texas, podría ser una buena una sustituta de esta.
El problema es que la mayor cantidad de citrulina está en la parte blanca, aquella que casi nadie come.