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Los piojos son pequeños insectos (de entre dos a cuatro milímetros) de color gris, café o negro. Se trata de una parasitación por insectos del género Pediculus. Estos molestos bichitos pueden vivir tanto en pelo humano como en el los animales. Sin embargo, antes de seguir, conviene aclarar dos mitos erróneos:
- No es consecuencia directa de falta de higiene.
- Los piojos no son característicos de ningún grupo social.
Cómo viven
El hogar ideal de los piojos es el cabello, aunque en casos muy extremos pueden llegar a instalarse en cejas y pestañas. Tan solo están capacitados para agarrarse al pelo; no pueden saltar, ni caminar por ningún tipo de superficie y tampoco volar. Sin embargo, pueden caer en el cuello, en la ropa, en la cama o en el sofá, por lo que hay riesgo de contagio.
Su reproducción es a partir de huevos, llamados liendres, que se adhieren con fuerza cerca de la raíz del pelo. Estas liendres, después de una semana aproximadamente, se convierten en nuevas crías y se alimentan de la sangre que chupan a través de sus picotazos; de ahí los picores. Tan solo quince días después, las crías, conocidas como ninfas, ya están preparadas para generar nuevas liendres.
Cómo saber si tiene piojos
El síntoma más conocido de las infecciones de piojos es el picor desagradable y persistente que producen. El niño pueden provocarse pequeñas heridas y costras si se rasca mucho, con riesgo de que se infecten. Los picores típicos se observan sobre todo en la zona de la nuca y detrás de las orejas.
La mejor forma de saber si hay insectos en la cabeza de nuestros pequeños es revisando a fondo su pelo en busca de piojos adultos, crías o liendres. Las liendres pueden estar muertas o vacías, y en muchas ocasiones no se ven con mucha facilidad, ya que su tamaño es como la cabeza de un alfiler, así que la mejor forma de estar seguros de si hay infección es buscar piojos adultos o crías.
Cómo se contagian
El contagio es directo, es decir, de cabeza a cabeza. También se pueden contagiar a través del intercambio de objetos para la cabeza como cepillos, gorros, diademas, etc. Los insectos no sobreviven durante mucho tiempo fuera de la cabeza ni se transmiten por el contacto con animales domésticos.
Tiene piojos: ¿Qué hacer?
El tratamiento es muy sencillo. Consiste en aplicar en la cabeza insecticidas específicos que eliminen estos parásitos. Son productos farmacéuticos conocidos como pediculicidas. En el mercado existen diversos preparados que podrás encontrar en diversos formatos, como champús, lociones o geles y sprays. En todos ellos, los fabricantes indican cómo aplicarlo.
En general, así hay que proceder:
- Mójale todo el cabello y cuero cabelludo con la loción antiparasitaria (a base de piretrinas) que encontrarás en la farmacia.
- No le laves el pelo antes de aplicar esta loción.
- No le tapes la cabeza con una toalla, ya que la tela absorbe el producto. Si necesitas cubrirla puedes utilizar un gorro de plástico.
- Solo deben utilizar este producto antiparasitario las personas que estén infestadas. La utilización indiscriminada de antiparasitarios en niños no es recomendable.
- Pasadas de dos a cuatro horas, vuelve a lavarle el pelo con champú normal.
- Aclara con agua y vinagre (una parte de vinagre y dos de agua). Este tradicional consejo tiene su razón científica: el vinagre ayuda a despegar las liendres gracias al ácido acético que contiene.
- No le seques el pelo con secador: puede eliminar el efecto del producto.
- Una vez aclarado el pelo, puedes quitar las liendres con un peine de púas muy juntas.
- Sumerge en loción antiparasitaria todo el material utlizado (peines, adornos del pelo, etc.) para que no quede rastro de piojos o liendres.
- Toallas, sábanas y alfombras tienen que someterse a una profunda limpieza con agua caliente.
Medidas en casa
- Es fundamental avisar al centro escolar de que nuestro hijo/a tiene pediculosis. No hay motivos para avergonzarse y de esta manera podemos evitar nuevos contagios.
- Revisa la cabeza de todos los miembros de la familia.
- Durante unos días, conviene ser un poco egoístas: no hay que compartir ni peines, ni gorros ni ningún tipo de prenda para la cabeza.
Porque más vale prevenir que curar
Los piojos pasan de una cabeza a otra con gran facilidad. ¿Se pueden prevenir? Anótate estas sencillas medidas de seguridad para, al menos, intentarlo:
- Lavar con frecuencia el pelo de los niños.
- Peinarlo y cepillarlo diariamente.
- Revisar frecuentemente su cabeza, principalmente detrás de las orejas y la nuca. Esta revisión ha de ser meticulosa: mechón a mechón, todo el cabello. El tradicional peine de púas para piojos (lendrera) es muy eficaz. Fíjate que el espacio entre las púas sea muy pequeño. Son preferibles las lendreras de metal por su rigidez.
- Limpiar peines y cepillos con cierta frecuencia.
- No intercambiar útiles como peines, gorros, gomas, horquillas, etc.
Liendres pegadas a la raíz del pelo. Los huevos son del tamaño de una cabeza de alfiler.