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La higiene genital es importante siempre, pero todavía más durante la etapa de la menopausia debido a los cambios que experimenta la zona vaginal en ella. "Durante este ciclo el tamaño del útero disminuye y el revestimiento de la vagina adelgaza, lo que provoca sequedad vaginal", explica la doctora Victoria Verdú, coordinadora de Ginecología en la Clínica Ginefiv (Madrid).
Sensibilidad
La zona vaginal es una de las más delicadas del cuerpo durante la menopausia. La piel y la mucosa se vuelven más finas y menos elásticas debido a la escasa producción de estrógenos, y se convierte en una zona propensa a las infecciones a causa del debilitamiento de la flora vaginal. Por ello, es recomendable utilizar geles específicos para esta zona, elaborados a base de ácido láctico y lactoserum, con un pH ácido que hidrate y ayude a mantener el equilibrio natural de la piel.
Sexualidad
Las relaciones con la pareja se pueden volver incómodas u originar molestias en la zona íntima. Para evitar la sequedad vaginal, utiliza de manera regular geles y cremas hidratantes y lubrificantes que acaben con ella.
Otros síntomas
Además de afectar a nuestra salud íntima, la menopausia causa a las mujeres otras alteraciones en su organismo como sentir agotamiento o sofocos. ¿El motivo? Disminuyen nuestros estrógenos, que son los encargados de regular el nivel de cortisol, la hormona responsable del cansancio y el estrés. Por otra parte, la causa de los sofocos, típicos al principio, se debe a que cambia la función del hipotálamo. Esta glándula, encargada de mantener una temperatura corporal constante, se altera por el cambio hormonal.