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Las personas con diabetes deben prestar una atención especial a sus uñas, puesto que si tienen insensibilidad en los pies (neuropatía diabética), en caso de tener cualquier lesión es posible que no la noten hasta que esta ya haya producido heridas o infecciones importantes.
5 consejos básicos
- Corta las uñas de los pies en línea recta. El corte de las uñas de las manos deberá ser ligeramente curvo. Lima las esquinas para evitar que queden puntiagudas.
- El corte tiene que ser limpio, sin bordes irregulares. Si con las tijeras te resulta difícil lograrlo, usa también la lima.
- Jamás retires parte de la uña por arrancamiento ni mordiéndola, puesto que puedes ocasionarte importantes heridas e infecciones.
- Conviene no apurar: deja un borde de al menos uno o dos milímetros de uña por fuera de la piel.
- La cutícula es la piel que une la uña al dedo. No la cortes ni la raspes si está reseca o si tienes “padrastros”. Para sanearla, utiliza un instrumento de manicura especial para este fin. Si tienes las cutículas enrojecidas, inflamadas y te duelen, no la manipules y acude al médico, quien te indicará cómo tratarlas.
- Por último, aplícate una crema hidratante de manos o de pies para evitar grietas y fisuras en las uñas.
Las uñas del bebé
El bebé tiene las uñas suaves y flexibles, pero si las tiene largas se hará a menudo arañazos en la cara y los ojos con ellas. Para cortárselas, ten en cuenta estos consejos:
- Se le puede empezar a cortar las uñas a partir de los quince o veinte días de vida. En adelante, córtale una vez a la semana las uñas de las manos, y una o dos veces al mes las de los pies.
- Usa tijeras pequeñas de punta roma o un cortaúñas para bebés. Nunca se deben usar cortaúñas para adultos, puesto que puedes hacerle daño.
- Córtaselas después del baño, ya que estarán más blandas. Aprovecha mientras esté durmiendo.
- Evita usar limas de uñas.