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Se suele pensar que la nicturia afecta sobre todo a los hombres mayores, debido a problemas de próstata, y es frecuente que así sea: no poder aguantar las ganas de orinar puede ser consecuencia de una dilatación de la próstata (hiperplasia benigna de próstata).
En estos casos, al aumentar su tamaño, la próstata presiona la uretra e impide que la vejiga se vacíe totalmente, por lo que el varón necesita ir muchas veces al cuarto de baño.
Sin embargo, también muchas mujeres mayores sufren este mismo problema, según recientes estudios. Uno de los motivos es que, con la edad, la capacidad de la vejiga y la posibilidad de retener la micción se van reduciendo.
En las mujeres también es habitual que se deba al llamado síndrome de vejiga hiperactiva o al debilitamiento del suelo pélvico.
Otras posibles causas
- Los medicamentos con efecto diuréticos, que aumentan la formación de orina.
- Piernas hinchadas (reteción de líquidos) por una enfermedad cardiaca o por un problema de circulación (insuficiencia venosa periférica).
- Diabetes no controlada: si hay un exceso de azúcar, el organismo produce más orina de lo normal.
- Cistitis (infección del conducto urinario).
¿Qué puedes hacer tú?
- Toma la cantidad de líquido acostumbrada, pero preferiblemente durante el día. Evita beber antes de acostarte por la noche o de madrugada.
- El café, el té y las bebidas alcohólicas son diuréticas. No los tomes por la noche.
- Si el problema persiste, es muy importante determinar la causa. Consúltalo con tu médico de familia o con el urólogo.
El síndrome de vejiga hiperactiva suele originar este trastorno en las mujeres.