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Si viviéramos lo suficiente, 'todos los hombres tendríamos los síntomas derivados de esta enfermedad', explica el doctor Víctor Diéz Nicolas, urólogo del Hospital Universitario Quirónsalud de Madrid.
La llamada hipertrofia prostática benigna se produce cuando aumenta el tamaño de esta glándula situada en el aparato reproductor masculino. Al agrandarse con los años, sentimos urgencia al orinar de forma muy continuada pero el flujo de la micción es lento y débil.
Medicamentos
La dihidrotestosterona, una hormona que se encuentra en la próstata, estimula el crecimiento de esta. Por eso, la inhibición de esta forma de testosterona, con medicamentos específicos, es un tratamiento extraordinariamente eficaz para frenar su evolución.
¿Cuándo operarse?
Si no conseguimos mejorar con el tratamiento médico, se opta por la cirugía mínimamente invasiva con láser verde o láser KTP. La intervención consiste en eliminar el tejido de la glándula que ha crecido demasiado vaporizándolo.
La hidroablación prostática mediante inyección de agua en el tejido es otra técnica todavía en experimentación, pero sin datos de su evolución a largo plazo.
Chequeos contra el cáncer
Si tienes más de 50 años es recomendable que te hagas revisiones periódicas de la próstata. Las pruebas fundamentales son la exploración física mediante tacto rectal y una analítica de sangre que evalúe tu función renal y determine el antígeno específico prostático o PSA. La concentración del PSA en la sangre es frecuentemente elevada en hombres con cáncer de próstata, una enfermedad muy prevalente y que, a diferencia de la hipertrofia benigna, no suele dar síntomas.