SABER VIVIR COMUNICACIÓN, S.L.
Muchos de estos balnearios son auténticos oasis enclavados en entornos naturales de gran belleza y combinan diferentes tratamientos de salud y estética con actividades deportivas, de ocio y culturales para toda la familia.
Si no tienes mucho tiempo, como alternativa puedes acudir a un spa urbano, que dispone también de completas instalaciones terapéuticas con buenos resultados para la salud.
Sanas propiedades
- Mitigan dolores musculares y de huesos.
- Mejoran la circulación sanguínea.
- Alivian problemas respiratorios, como la bronquitis crónica o el asma.
- Mejoran las enfermedades de la piel (psoriasis, dermatitis, eccema, alergias).
- Relajan los nervios y ayudan a superar la depresión.
- Reactivan el metabolismo y las defensas.
Aguas mineromedicinales
Son las aguas que contienen las piscinas de los balnearios, procedentes de depósitos subterráneos naturales. Se llaman también aguas termales. Contienen gran cantidad de minerales, oligoelementos y otros componentes muy buenos para la salud. Algunos balnearios ofrecen tratamientos de talasoterapia, con agua extraída directamente del mar.
Estas aguas, en diferentes aplicaciones y diversos tipos de piscinas (chorros a presión, jacuzzi o baño de burbujas, saunas o salas de vapor húmedo, duchas, etc.) y en diferentes temperaturas (contraste frío-calor, que estimula y relaja), actúan como “medicinas naturales”, con efectos beneficiosos sobre la salud física y emocional.
Recomendaciones
El balneario es bueno a todas las edades, también para niños pequeños y personas de edad muy avanzada. Sin embargo, siempre es bueno consultar al médico antes de seguir una terapia con aguas termales, en especial en el caso de las mujeres embarazadas y de personas que padecen alguna enfermedad crónica.
Por otra parte, en los balnearios podemos disfrutar también de tratamientos de fisioterapia (masajes), que potencian los efectos del agua. Consulta con el fisioterapeuta si pueden ir bien en tu caso. Hay que mantenerse bien hidratado y no permanecer en ambientes muy cálidos (piscinas de agua caliente, saunas) durante más tiempo del recomendado.
Las personas que suelen tener la tensión baja deben evitar las piscinas de agua muy caliente, para no marearse. Quienes padecen enfermedades de la piel contagiosas no deben utilizar este tipo de instalaciones.