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El extracto de harpagofito, que tiene una eficacia demostrada contra las molestias de la artritis reumatoide, la artrosis y la fibromialgia, entre otras enfermedades reumáticas.
Desde siempre se han utilizado plantas en la medicina tradicional para el tratamiento de las enfermedades reumáticas. Los medicamentos que se emplean normalmente son los analgésicos y los antiinflamatorios, que aunque tienen una alta eficacia, pueden provocar efectos secundarios, como molestias gastrointestinales. El trastorno que ocasionan dichos fármacos es mayor si tenemos en cuenta que muchas de estas enfermedades son crónicas, lo que significa que los pacientes necesitan un tratamiento contra el dolor y la inflamación durante toda la vida.
Un excelente aliado contra estas molestias es el harpagofito, una planta conocida también como “garra del diablo”, cuyo extracto se puede asociar a otros antiinflamatorios (corticoides y antiinflamatorios no esteroideos) para poder reducir la dosis de éstos y que resulten menos dañinos.
Un secreto oculto “bajo tierra”
- ¿Qué parte de la planta se emplea? La raíz; en concreto, los engrosamientos de las raíces secundarias.
- ¿Cómo se toma? En infusión o decocción, o bien en forma de cápsulas de extracto seco.
- ¿Dónde se puede encontrar? En herbolarios y farmacias.
Leves efectos secundarios
No hay que olvidar nunca que las plantas medicinales no son inocuas. Aunque el harpagofito tiene menos efectos secundarios, a algunas personas les puede producir diarrea. No se recomienda su uso durante el embarazo y la lactancia.
Alivio natural para el dolor
- ¿Cómo actúa? El harpagofito disminuye de forma considerable el dolor, reduce la inflamación y mejora la movilidad de las articulaciones.
- ¿Para qué se emplea? Su uso está indicado en casos de artritis reumatoide, artrosis, bursitis, fibromialgia, fibrositis, epicondilitis, traumatismos, etc. Sus propiedades han sido reconocidas por los organismos internacionales especializados en fitoterapia.
Las enfermedades reumáticas afectan a casi la mitad de los españoles y son la primera causa de incapacidad laboral.