SABER VIVIR COMUNICACIÓN, S.L.
En los próximos meses, las salas de espera de los centros sanitarios se llenarán de pacientes con gripes y catarros, los “reyes” de la temporada. No podemos obviar que el hecho de compartir un espacio reducido con otras personas nos expone al posible contagio de virus y bacterias, y nosotros mismos también podemos ser foco de transmisión de esos microorganismos para los demás. Para evitar ese indeseable intercambio de gérmenes, son de obligado cumplimiento algunas normas y precauciones higiénicas, que te recordamos aquí.
- Manos limpias. En especial si has tocado manillas de puertas en lugares públicos, al volver de la calle y después de ir al baño, lávatelas con agua y jabón, o bien con una loción a base de alcohol. Asegúrate de que tus uñas también quedan completamente limpias.
- Tose o estornuda hacia un lado, o mejor poniéndote un pañuelo de papel sobre la boca. Si no tienes pañuelo, tose sobre tu brazo, pero nunca con la boca abierta en dirección a otras personas. Lo que nunca debemos hacer es taparnos la boca con la mano. Esto hace que nuestros dedos queden cubiertos de gérmenes, y al tocar objetos o saludar con la mano podemos transmitirlos a otras personas.
- Usa pañuelos de papel desechables. Recuerda que son para un único uso, no los guardes para otra vez en el bolsillo, para no esparcir los gérmenes por el aire cada vez que lo manipules. Después de usarlos, lávate las manos lo antes posible.
- Ropa limpia. Mientras estés con gripe o resfriado, o si acudes a un centro sanitario por cualquier motivo, lava la ropa que has usado durante el día a temperatura media en la lavadora. De esta manera eliminarás los gérmenes que se hayan podido depositados en las fibras textiles.
- Evita tocarte los ojos, la nariz y la boca, porque son las zonas por donde penetran en el organismo los virus que se pueden depositar en las manos.
- Mantén las distancias. No acercarse demasiado a personas enfermas para no “compartir” los microbios que viajan en la saliva al hablar o respirar.
Protege a...
- Personas con enfermedades respiratorias crónicas.
- Personas que tenga las defensas bajas, como diabéticos, pacientes oncológicos, enfermedades renales, etc.
- Los niños.
- Las personas con edad avanzada.
- Las embarazadas.
Otras medidas importantes
- Evita acudir al médico (especialmente a Urgencias) en las horas de mayor aglomeración de personas.
- Descansa en casa. Una gripe o un resfriado dura una media de siete días. Si tienes mucha tos y/o estornudas con frecuencia, procura pasar el mínimo tiempo posible en espacios públicos muy concurridos. Al mismo tiempo, guardando un poco de reposo y evitando cansarte en exceso ayudarás a tus defensas y te recuperarás antes.
- Vacúnate de la gripe si formas parte de la población de riesgo. Infórmate al respecto en tu centro de salud.