Frecuencia cardíaca: El ritmo de tu corazón

El potente músculo cardíaco tiene su propio compás. Debemos mantenerlo para que no parezcan problemas.


La frecuencia cardíaca es el número de latidos que produce el corazón por minuto (lpm). Es un valor que expresa de forma muy general el funcionamiento del sistema cardiovascular y que, cuando se sale de los límites que se consideran normales, permiten sospechar la existencia de determinadas enfermedades.

El corazón es un músculo que se contrae cíclicamente y de forma continua, y cuya misión es bombear la sangre hacia todo el organismo a través de las arterias. El paso de la sangre por las arterias produce el pulso, un ligero abultamiento rítmico que se puede percibir en distintos puntos del cuerpo, donde algunas arterias pasan de forma superficial sobre zonas de hueso, como la muñeca (arteria radial) y el cuello (arteria carótida).

Un adulto sano tiene generalmente el pulso entre 60 y 100 lpm (durante el sueño, es normal tener entre 40 y 60 lpm), aunque la frecuencia cardíaca en reposo depende de la genética, el estado físico o psicológico, las condiciones ambientales, la postura, la edad y el sexo. La frecuencia aumenta de forma anormal en algunas enfermedades cardíacas como en las taquicardias y en la insuficiencia cardíaca, pero también con la fiebre, la deshidratación, el dolor o el hipertiroidismo. Y puede disminuir de forma anómala si hay bradicardias o bloqueos cardíacos, hipotiroidismo, por consumo de fármacos tranquilizantes, antidepresivos, para el corazón o para la hipertensión arterial.

En el ejercicio

La frecuencia cardíaca aumenta de forma natural durante el ejercicio físico y puede llegar a subir a los 150-200 lpm. La frecuencia cardíaca máxima varía con la edad y el sexo.

La fórmula más conocida para calcularla es mediante una sencilla resta: los hombres tienen que restarle a la cifra 220 su edad en años, y lo mismo las mujeres a la cifra 226. Es decir, para un hombre de 50 años, su frecuencia cardiaca máxima sería 170 lpm (220-50=170 lpm).

Los deportistas y las personas que quieren iniciar un programa de entrenamiento físico controlado deben conocer su frecuencia cardíaca para situar el nivel de entrenamiento en el nivel correcto para su edad, su estado físico y el nivel de gasto calórico que quieran obtener. También es importante que midan su frecuencia cardíaca las personas que toman fármacos que la modifican o que padecen enfermedades del corazón.

¿Cómo se toma el pulso?

  • Para palpar el pulso en la muñeca, hay que poner los dedos índice y corazón sobre ella, muy cerca de la mano, con la palma hacia arriba, junto al nacimiento del pulgar, hasta que se note el latido.

  • Otra forma de tomarlo es en el cuello: coloca los dedos índice y corazón a la derecha o la izquierda de la nuez, hasta que lo percibas.

  • Si te resulta más fácil, se puede hacer palpando los latidos en el pecho.

  • En todos los casos hay que contabilizar el tiempo: lo ideal es un minuto, pero se pueden contar los latidos en 30 segundos y multiplicar por dos la cifra obtenida. Si se hace en 15 segundos, hay que multiplicar los latidos por cuatro.

 

 

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