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Fuera gluten
La celiaquía es un trastorno del sistema inmunológico. Cuando la mucosa del intestino delgado entra en contacto con el gluten, se produce una inflamación que dificulta la absorción de algunos nutrientes. Si dejamos de consumir productos con gluten, evitaremos que la mucosa del intestino se inflame y el proceso sea normal.
¡Las etiquetas!
El gluten está presente en el 80% de los alimentos elaborados, de ahí que sea difícil seguir el tratamiento (no tomarlo). Sin embargo, cada día aparecen más alimentos que garantizan no llevarlo, solo tienes que mirar las etiquetas de los productos. Léelas con atención.
No te saltes la dieta
Si llevas una alimentación adecuada sin gluten, notarás enseguida una mejoría de los síntomas y disminuirá la inflamación de tu mucosa intestinal. En este caso, no necesitarás más controles que cualquier otra persona de tu edad y sexo.
Si no mejora
Si las molestias continúan, es posible que no estés llevando la dieta estricta sin gluten que necesitas o que el diagnóstico no haya sido correcto. "En este caso, debes consultar con un especialista", explica el doctor Julio Ducóns García, médico del aparato digestivo en el hospital Viamed Montecanal de Zaragoza.
Aunque la enfermedad celiaca se inicie por una inflamación del intestino delgado desencadenada por la exposición al gluten, pueden aparecer otras enfermedades a distancia del intestino (por ejemplo: en la piel, hígado, cerebro, huesos, esmalte de los dientes, alopecia o incluso causar infertilidad).
Su detección
El medio más básico para descubrir la intolerancia es un análisis de sangre para observar anticuerpos contra el gluten (serología).
Sin embargo, hay muchos celiacos con los anticuerpos negativos. Realizar un estudio genético que predispone es pertinente, ya que, si no se tiene el gen, no se es celiaco. Finalmente, las biopsias del intestino tomadas por endoscopia nos dirán si la mucosa intestinal está afectada y en qué grado. Esto se debe a la mala absorción de nutrientes o como consecuencia de la alteración de la inmunidad de base que padecen los celiacos.
A cualquier edad
Para desarrollar este trastorno son precisas dos condiciones: haber heredado de los padres alguno de los genes necesarios (predisposición genética) y que siendo portador del gen desarrollemos la intolerancia al gluten. Esto depende de muchos factores: una gastroenteritis aguda, una situación de estrés, el embarazo o algunas otras causas desconocidas. Por ello, se puede desarrollar la enfermedad en cualquier momento a lo largo de toda la vida.
Síntomas
En adultos:
- Distensión abdominal, dispepsia (mala digestión), síndrome de intestino irritable, diarrea crónica o dermatitis.
- Amenorrea o ausencia prolongada de la menstruación en el caso de las mujeres.
- Anemia por falta de hierro no explicada por otra causa, osteoporosis por malabsorción de calcio. Es decir, los síntomas son muy variados y poco específicos.
En niños:
- Alteraciones digestivas que pueden presentarse en forma de diarreas o dolor abdominal sin causa aparente.
- Alteraciones analíticas en las cifras del colesterol o por falta de vitaminas. De ahí la importancia de una analítica ante cualquier cambio inesperado en la salud del pequeño.
- Repercusión en la curva de peso o de la talla (puede observarse que pierde peso repentinamente o que no crece adecuadamente para su edad).