SABER VIVIR COMUNICACIÓN, S.L.
Es curioso, pero cierto: el silencio nos inquieta, quizás porque nos hemos acostumbrado a vivir con ruido. Tráfico, sirenas de bomberos, motores de aires acondicionados, obras, música… Todo a nuestro alrededor es ruido y trae consecuencias perjudiciales para nuestra salud.
En España tenemos un desafortunado récord: estamos considerados los más ruidosos del mundo después de los japoneses, siendo Madrid una de las capitales con más contaminación acústica, según por la Organización Mundial de la Salud.
Malos hábitos y ambiente
Sin darnos cuenta, si no cuidamos nuestro oídos, vamos perdiendo audición progresivamente. En muchas ocasiones nuestros oídos sufren por nuestros propios malos hábitos: escuchamos música o la televisión con el volumen demasiado alto o hablamos demasiado fuerte. Pero el ruido ambiental también tiene mucho que ver con muchas sorderas: el estruendo de las obras, el paso de los aviones, la saturación de tráfico en las ciudades...
Más que sordera
Sabemos que la exposición a niveles de ruido intenso da lugar a pérdidas de audición que no siempre son recuperables y que, con el tiempo, pueden llegar a hacerse irreversibles. Pero el ruido no solo afecta a los oídos: también puede aumentar nuestro nivel de estrés y nuestra fatiga mental, llegando a tener incidencia en nuestro rendimiento intelectual (capacidad de aprendizaje, memoria, etc.), y en la calidad de nuestro sueño. Además, al aumentar la irritabilidad y acentuar la ansiedad, el ruido puede ser un elemento peligroso para las personas con problemas cardiovasculares.
Soluciones ¿Qué puedes hacer tú para proteger tu salud del ruido?
- Empieza por ti mismo: Tu hogar debe ser un refugio de tranquilidad, Prueba a no tener demasiado elevado el volumen de la música o de la televisión. También conviene controlar tu propio volumen de voz.
- Cuida tus oídos usando siempre tapones o auriculares especiales si trabajas en un ambiente ruidoso.
- Vive y deja vivir. Si tienes que hacer ruido en casa (obras, tareas de bricolaje, una fiesta o reunión...), procura molestar lo menos posible a los vecinos e intenta que sea fuera de las horas de descanso.
¿Sabías que...?
- La preocupación por el ruido no es algo nuevo. El emperador Julio César reguló el tráfico de carros en Roma para reducir el ruido del transporte.
- En un concierto de rock se pueden alcanzar más de 110 decibelios. El máximo recomendable, según la OMS, son 65 decibelios.
- Vivir sin ruido es un derecho recogido nuestra legislación, concretamente por una sentencia del Tribunal Constitucional.
Vivir en un ambiente ruidoso es una de las principales causas de ansiedad.