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Por algo será que, ya desde los orígenes de la historia, el ser humano las tenían como uno de los protagonistas de su alimentación. Aunque actualmente se aprovecha sobre todo para enriquecer la comida del ganado, la algarroba ha sido un pilar muy importante en la dieta humana también en épocas recientes, especialmente en tiempos de hambruna, como fue durante la Guerra Civil española. ¡Pero no hay por qué llegar a esos límites para aprovechar todos sus beneficios!
Fuente de proteínas
Siempre se habla de las proteínas de alta calidad de la soja, pero la algarroba no tiene nada que envidiarle. Aporta un 10% de dicho nutriente, mientras que también contiene triptófano, un aminoácido esencial que ayuda al organismo a generar sus propias proteínas. Esta característica la convierte en un alimento muy a tener en cuenta para las personas vegetarianas que no consumen proteínas de origen animal.
Pocas grasas, pero de calidad
Merece la pena resaltar esta propiedad, porque aunque sea en poca cantidad, los lípidos de la algarroba son de muy buena calidad, debido a su composición de ácidos grasos esenciales linoléico y oleico.
Aliada de los huesos
Aunque contiene minerales como potasio, magnesio, fósforo o silicio, la algarroba destaca sobre todo por su contenido en calcio, cuya cantidad se asemeja a la del queso fresco. Es una de las razones por las que la algarroba se incluye en la composición de algunas bebidas vegetales.
¡Recarga las pilas!
La composición de la algarroba destaca por su porcentaje de hidratos de carbono: entre un 40 y un 50% de azúcares naturales (fructosa, glucosa y sacarosa). Esta composición garantiza un “plus” de energía al organismo.
Contra el estreñimiento
La algarroba puede ser una solución muy eficaz frente al estreñimiento porque es rica en fibra, y de ahí que se utilice en la fabricación de laxantes. Además, presenta la ventaja de que no crea “adicción” intestinal. También contiene mucílagos, una fibra soluble que favorece la digestión.
Cómo se toma
En forma de harina: Para obtenerla, se tuesta la algarroba y luego se muele. Mientras más tostada esté, menos dulce es su sabor. Esta harina se usa en repostería, y también para hacer cremas y sopas.
Como bebida: Por medio de la fermentación de sus vainas se obtiene una bebida vegetal llama aloja, así como un dulce típico argentino conocido como añapa, muy parecido a la miel.
Debido a su dulzor natural, a su carencia de sustancias estimulantes y su mínimo aporte de grasa, la algarroba se usa como sustitutivo del cacao para elaborar chocolate.