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En cualquier spa, balneario o gimnasio todos tenemos a nuestro alcance este espacio dedicado al bienestar del cuerpo y de la mente. ¿Todavía no has probado la sauna? Ha llegado la hora de que lo hagas. Para convencerte, te contamos los beneficios que te proporciona un baño de calor.
¿Cuál prefieres?
Existen diferentes modalidades de sauna, dependiendo de la humedad que exista en su interior.
- La sauna tradicional, originaria de Finlandia (se llama también sauna finlandesa o escandinava) puede alcanzar una temperatura de hasta 90 °C, mientras que la humedad no suele superar el 20%. Sus paredes y bancos están revestidos de madera. Una variación extrema es la sauna seca, a una temperatura muy elevada (95-110°C) en un ambiente prácticamente sin humedad.
- La sauna húmeda (llamada también baño turco o hammam) es un cuarto normalmente revestido de azulejo, en cuyo interior se genera un intenso vapor de agua. La humedad relativa ronda el 100%, pero la temperatura no supera los 55 °C, por lo que muchas personas prefieren este tipo de sauna.
Transpira salud
¿Conoces los beneficios que aporta la sauna a la salud?
- Para la piel: Las altas temperaturas hacen que los poros se abran, con lo que se eliminan toxinas y la epidermis se limpia de grasa e impurezas. También se estimula la regeneración celular de la piel.
- Para la circulación: El calor también hace que el corazón bombee más fuerte para llevar sangre hasta la superficie de la piel con el fin de enfriarla, lo que favorece la circulación.
- Para la respiración: La sauna húmeda es especialmente efectiva para aliviar enfermedades respiratorias, como la sinusitis y la bronquitis.
- Para los músculos y articulaciones: El calor de la sauna alivia la artritis y mejora las contracturas musculares.
- Para la mente: En la sauna el cuerpo se relaja y libera endorfinas que nos ayudan a combatir el estrés y a descansar mejor.