Conoce cómo actúa y cómo podemos defendernos del virus de la gripe.

¿Qué es la gripe?

La gripe es una enfermedad de origen vírico que se caracteriza por provocar síntomas fundamentalmente respiratorios y ser muy contagiosa, transmitiéndose fácilmente de una persona a otra por la inhalación de las pequeñas gotitas de saliva que provienen de la tos o los estornudos de las personas que ya han contraído la enfermedad. También se produce el contagio al manipular materiales que estén contaminados con el virus y posteriormente tocar la boca, ojos o nariz.

¿A quién afecta?

Es una enfermedad de gran importancia e impacto, tanto desde el punto de vista sanitario como económico, puesto que puede afectar a toda la población (sin discriminación de edad ni situación social) y es responsable de múltiples visitas médicas e ingresos en los hospitales, de bajas laborales y de una considerable mortalidad en los grupos de población de alto riesgo.

¿En qué se diferencia la gripe del catarro?

GRIPE

  • Fiebre alta (38-39º C).
  • Duración larga 1-2 semanas.
  • Dolor de cabeza intenso.
  • Congestión nasal.
  • Tos seca.
  • Dolores abdominales y osteoarticulares.

CATARRO

  • No hay fiebre o es moderada.
  • Duración corta (no más de una semana).
  • Dolor de cabeza leve y ocasional.
  • Goteo nasal y estornudos.
  • Tos seca ocasionalmente. 

¿La vacuna es efectiva?

La vacuna es, hoy por hoy, la forma más efectiva de prevenir la gripe. Es segura y eficaz, pero eso sí, hay que vacunarse todos los años, ya que los virus que causan la gripe mutan rápidamente. Esta vacuna se rediseña cada año para proteger de las tres clases que se espera que tengan más prevalencia ese año. La mayoría de las personas adquieren la máxima protección posible contra la gripe aproximadamente dos semanas después de vacunarse.

La época de vacunación es justo antes de comenzar la época de gripe, es decir, entre octubre y noviembre.

La vacuna antigripal puede administrarse simultáneamente con la vacuna antineumocócica en grupos de alto riesgo, mejorando de esta forma la efectividad de ambas.

¿Qué efectos negativos puede producir la vacuna?

A veces produce molestias leves en la zona del pinchazo que pueden durar hasta dos días. También puede aparecer fiebre y malestar entre seis y doce horas después de la vacunación, persistiendo en algunos casos durante uno o dos días. Estos síntomas son más habituales en las personas que se vacunan por primera vez.

¿La vacuna protege de la gripe al 100%?

No, su efectividad oscila del 40% al 80%. Entre otros factores, influye la edad y el estado de salud de quien la reciba. Como todas las vacunas, la de la gripe no evita que contrai- gamos la enfermedad, sino que refuerza las defensas del organismo ante el ataque del virus, con lo que los efectos de la gripe serán mucho más leves en caso de contagio. La vacuna de la gripe no puede causar gripe, ya que se fabrica con fracciones de virus muertos.

¿Cuáles son los grupos de riesgo que deben vacunarse?

  • Mayores de 65 años.
  • Niños con enfermedades crónicas cardiovasculares o pulmonares.
  • Niños y adolescentes (entre los 6 meses y los 18 años), que estén en tratamiento mantenido con ácido acetilsalicílico, por el riesgo de desarrollar síndrome de Reye tras la gripe.
  • Enfermos diabéticos, afectados del corazón, pulmón, riñón, asma, anemia o cualquier otro paciente con problemas en el sistema inmunológico. Es decir, personas con enfermedades que podrían complicarse con la gripe.
  • Profesionales sanitarios, profesores y, en general, todos aquellos que conviven con pacientes de riesgo y que pueden convertirse en un foco de contagio.

¿En quiénes está contraindicada la vacuna?

  • Personas alérgicas a algún componente de la vacuna.
  • Personas que anteriormente han presentado una reacción alérgica severa a la vacuna de la gripe.
  • Persona con enfermedad febril aguda, en cuyo caso hay que esperar hasta que desaparezca la fiebre y consultar al médico.
  • Niños menores de seis meses.

¿Qué otras medidas son necesarias para prevenir el contagio?

  • Lavarse las manos con frecuencia.
  • Taparse la boca y la nariz con un pañuelo de papel al estornudar o toser y, justo después, tirar el pañuelo usado a la basura.
  • Limpiar más frecuentemente las superficies de muebles, pomos de las puertas y otros objetos con los productos de limpieza habituales y ventilar a diario todas las estancias de la casa abriendo las ventanas.

¿Cuándo hay solicitar asistencia médica?

En el caso de los niños de corta edad, si se observa:

  • Respiración rápida o dificultad para respirar.
  • Erupciones en la piel.
  • No quiere comer o no tiene ganas de hacer nada (jugar, moverse).

En adultos, si se nota:

  • Dificultad para respirar.
  • Mareo persistente.
  • Estado de confusión.
  • Fiebre superior a 38 ºC durante más de cuatro días.

¿Tienes que vacunarte también del neumococo?

Los especialistas en neumología recomiendan de manera especial a los fumadores y a los grupos de mayor riesgo que se pongan cada año la vacuna antineumocócica, que protege de enfermedades tan frecuentes como la neumonía, la otitis media aguda o la sinusitis.

La vacuna se pone intramuscular, generalmente en la zona del hombro, sobre un músculo que se llama deltoides.

 

 

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