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Un adulto apenas cuenta con 1,4 gramos de zinc. Sin embargo, esta sustancia es una de las responsables de que tu cuerpo tenga sus defensas fuertes y preparadas para combatir cualquier enfermedad, incluso un resfriado.
Crecimiento y mente ágil
El zinc es uno de los encargados de mantener el cerebro ágil. De hecho, ayuda al desarrollo de unas hormonas específicas conocidas como “contenedoras de zinc”, que se asocian a la memoria, las emociones y el comportamiento. En general, esta sustancia interviene en todos los procesos hormonales, algunos tan importantes como el crecimiento. Por ello, son muchos los facultativos que prescriben este componente para niños, mujeres embarazadas y adolescentes, personas que se encuentran en etapas de crecimiento rápido.
Por otro lado, el zinc es fundamental para la correcta cicatrización de las heridas y para un adecuado desarrollo sexual.
Si te falta...
La carencia de zinc se puede producir por una mala asimilación o por pérdida excesiva de líquidos a través del sudor o de la orina. Pero, ¿cómo puede reaccionar tu organismo si no tiene la suficiente cantidad?
- Retraso en la cicatrización de las heridas.
- Problemas de próstata en hombres mayores de 45 años. Irregularidades menstruales en las mujeres.
- Dificultades para la erección, retraso de crecimiento uterino y anemia.
- Caída del cabello, pérdida total o parcial del gusto, pérdida de agudeza visual.