SABER VIVIR COMUNICACIÓN, S.L.
Los españoles solemos confiar en la fecha de caducidad de los comestibles para decidir si los consumimos o si es conveniente que los tiremos a la basura. Pero no son pocos los que se arriesgan a consumir alimentos caducados con tal de no desaprovecharlos. Se nos plantea una duda: ¿es mejor tirar los productos caducados o no pasa nada por comerlos? A esto se suma que en muchas etiquetas figura, además, una fecha de “consumo preferente”, y tanto baile de números desconcierta a más de uno. ¿Qué diferencia hay entre estas dos fechas? ¿Hay que respetarlas siempre o depende del alimento del que se trate? Vamos a aclararlo.
- Fecha de caducidad: Es el momento límite de consumo del producto. Se aplica a alimentos frescos muy perecederos como la carne, el pescado, los vegetales envasados o los huevos. Si se ingieren después de esta fecha, podrían ocasionar daños a la salud, ya que hay riesgos de que se encuentre en mal estado, estropeado haberse alterado su composición y presentar microorganismos patógenos en cantidad suficiente como para ocasionar toxiinfecciones alimentarias. Aunque lo normal es que no ocurra nada si se consumen algunos productos pasada esta fecha, los expertos recomiendan no hacerlo para evitar riesgos.
- Fecha de consumo preferente: (Puede venir expresada como “Consumir preferentemente antes de”). Una vez superada esta fecha, el producto puede no ofrecer plena calidad y pueden presentar un sabor algo rancio, tener menos aroma o que este sea extraño, cambiar de textura o de color, pero no hay riesgo microbiológico para la salud, por lo que sí pueden consumirse.
Llevan fecha de consumo preferente los alimentos con bajo riesgo de contaminación bacteriana, bastante más duraderos y estables, como las legumbres, la pasta, los embutidos y quesos curados, los cereales, el arroz, la miel, las mermeladas, las conservas, las especias y, ahora también los yogures, entre otros.
Solo si están bien conservados
En ambos casos, estas fechas son válidas siempre y cuando el producto se haya conservado de acuerdo con las recomendaciones el fabricante en cuanto a temperatura adecuada o exposición a la luz solar y al aire, entre otras indicaciones.
Productos sin fecha
La Federación Española de Industria de la Alimentación y Bebidas puntualiza que algunos productos no requieren fecha de consumo preferente ni de caducidad, aunque pueden sí llevarla como orientación para el consumidor. Es el caso de las frutas y hortalizas frescas, el vino y las bebidas con graduación alcohólica superior al 10%, los aceites y vinagres, la sal de cocina, los azúcares en estado sólido o los chicles.
En estos casos, antes de consumirlo, tenemos que asegurarnos de que el producto se encuentra en perfectas condiciones de salubridad. Nuestro organismo suele detectar de manera natural si un alimento está en buen estado o “pasado” a través de los sentidos (vista, olfato, gusto), pero con la edad vamos perdiendo esa capacidad de alerta, por lo que es más fácil que una persona mayor resulte intoxicada si toma alimentos caducados, al no poder detectar con tanta fiabilidad si un alimento huele o sabe mal antes de ingerirlo. Por eso, ante cualquier mínima duda, lo mejor es tirarlo a la basura.
En cualquier caso, no debemos no fiarnos únicamente del aspecto externo (ya que la mayoría de los microorganismos patógenos no lo alteran) y descartar alimentos cuyo envase se haya roto o alterado por cualquier motivo (hinchado, deformado, mojado u oxidado), aunque el producto esté aún dentro de la fecha de consumo preferente o de caducidad.
¿Podemos tomar yogures caducados?
Los yogures que se elaboran y comercializan en España ya no tienen fecha de caducidad, sino fecha de consumo preferente (un plazo de 35 días desde su fabricación).
El Gobierno ha modificado la normativa para este tipo de alimentos, asimilándola a la legislación de la Unión Europea, porque se ha visto que su proceso de elaboración de los yogures, con fermentos lácticos, hace posible que se mantengan en buenas condiciones durante más de un mes y que podamos consumirlos con seguridad incluso pasados unos días de la fecha impresa en el envase, siempre que haya sido conservados correctamente.
No obstante, hay que tener en cuenta que un yogur que haya cumplido su fecha de consumo preferente puede sufrir cambios (como mayor acidez o menos suero), sin que estos ocasionen daños en la salud.
Las fechas de caducidad y consumo preferente se refieren a los envases sin abrir. Una vez que el envase se ha abierto, la vida del producto se acorta y hay que consumirlo en poco tiempo.
¡Stop al despilfarro!
Ocho millones de toneladas anuales de comida van a parar a la basura solo en España. Solo cada hogar desecha cada año una media de 78 kilos de alimentos. Si quieres dejar de contribuir a este dispendio, practica estos consejos:
- Revisa la despensa y el frigorífico con frecuencia, para dar prioridad a los alimentos que se acercan a su fecha de caducidad.
- Si un alimento está próximo a su fecha de caducidad, cocínalo o congélalo antes de que se deteriore. Así eliminarás los posibles microbios y te durará unos días más, manteniéndolo bien refrigerado.
- Compra solo lo que vayas a consumir en pocos días. No compres demasiada cantidad de productos frescos porque estén en oferta. Mejor aprovecha las promociones en productos de larga duración (conservas, aceite, etc.).