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Las vacaciones en familia, sobre todo si hay niños pequeños, pueden ser estresantes, y debemos tener en cuenta que durante las mismas vamos a tener menos tiempo para nosotros como individuos o como pareja. Pero, por el contrario, pasar unas semanas todos juntos es también una ocasión fantástica para dedicarle a nuestros hijos un tiempo que el trabajo y las obligaciones nos restan (y es un tiempo diferente, de ocio y descubrimiento, no solo de rutina) y mejorar la relación con ellos. Además, podemos compartir aficiones, visitar lugares nuevos para todos y potenciar y mejorar las rutinas familiares. Te ofrecemos algunos consejos para que las vacaciones con los más pequeños de la casa sean tranquilas y enriquecedoras.
Antes que nada... ¡Organización!
Para evitar sorpresas desagradables y reducir el nivel de estrés que puede surgir cuando nos vamos de viaje con los más pequeños de la casa, es muy importante organizar las vacaciones con antelación suficiente y adelantarnos a los posibles imprevistos. Es aconsejable, en primer lugar, dedicar algún tiempo a planificar el destino e implicar a los niños en la elección del mismo. Así también se harán responsables del resultado final del viaje y no relacionarán el lugar con una imposición de los mayores. También debemos averiguar qué documentación necesitamos si viajamos al extranjero, qué oferta de ocio hay en el lugar de vacaciones, qué clima nos espera...
Mejor prevenir que lamentar
Unas semanas antes de emprender el viaje no está de más hacer una visita al pediatra para que nos aconseje sobre qué medidas sanitarias debemos tomar al viajar con niños. Si vamos a visitar un país exótico, debemos informarnos bien y con tiempo de cuáles son las vacunas que vamos a tener que administrar a los pequeños y a nosotros mismos. Las más frecuentes son las de la Hepatitis A, la fiebre tifoidea, la meningitis, la rabia, el tétanos y la gripe (esta última, sobre todo si el niño pertenece a un grupo de riesgo).
Ten en cuenta que algunas de estas vacunas tienen que ser administradas con semanas o meses de antelación o, incluso, precisan de varias dosis. Puede ser muy útil consultar el apartado de Atención al viajero en la web del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad (www.msssi.gob.es) o la web de la Organización Mundial de la Salud (www.who.int/es/). Ah, y no te olvides de incluir en la maleta la tarjeta sanitaria o la de tu seguro privado y preparar un pequeño botiquín.
El primer día: Explorad el terreno
Aunque un hotel puede ser una buena opción en algunos casos, para una familia con niños la mejor opción es decantarse por un apartamento: es más barato y permite más privacidad. Es importante que al llegar al destino los niños se familiaricen con el lugar en el que van a permanecer los próximos días o semanas: haced una excursión a la piscina y a otras zonas comunes, al parque más cercano, a las zonas de ocio...
Planifica las actividades pensando en todos
A la hora de organizar las actividades de ocio hay que tener en mente a todos los miembros de la familia. Por ejemplo, si habéis decidido visitar un museo, averigua si el lugar cuenta con actividades o talleres para niños: así se les hará más entretenido.
Si se trata de visitar una ciudad o hacer excursiones, ten en cuenta la edad y la forma física del niño: es muy posible que no aguante caminatas de horas viendo ruinas o edificios históricos y se canse o se aburra rápidamente. En medio mete alguna actividad divertida para él.
Ponles en contacto con la naturaleza
En la medida de lo posible, durante las vacaciones deben predominar las actividades al aire libre y en contacto con la naturaleza. En el campo o en playa los niños pueden correr o jugar y se sienten más libres. Así, además, incluiremos algo de actividad física y dejaremos aparcado el sedentarismo en casa.
Inculca una alimentación sana
Aprovecha las vacaciones para que el niño haga ejercicio y, sobre todo, se alimente correctamente. El verano puede ser un buen momento para introducir frutas en su dieta en forma de zumos o batidos. Y si viajamos a un país extranjero, también puede ser divertido ofrecer al niño nuevos productos y sabores. Eso sí, hay que tener muy presente la higiene y la seguridad de los productos.
El equilibrio es una virtud
Estamos de vacaciones, es cierto, pero eso no significa que deba reinar la anarquía total. Los niños deben comprender que dentro del núcleo familiar siguen existiendo normas y obligaciones: hay que mantener la casa ordenada o lavarse los dientes, por ejemplo. Eso sí, en momentos de tiempo libre podemos relajar un poco las normas y permitirles, por ejemplo, tomar helado o irse a la cama algo más tarde.
Busca tiempo para la pareja
Aunque durante las vacaciones los niños van a acaparar casi todo el tiempo libre, es importante que los adultos también desconecten y busquen algunos momentos de relax. Una buena opción es contratar una canguro una noche y salir a cenar o pedir ayuda a familiares y amigos para que se queden con los niños durante un par de horas. Así las vacaciones serán reparadoras para todos.
Viajes con niños: Normas de uso
Cualquier periodo de vacaciones empieza con un viaje... y eso también lo tenemos que planificar. Y más todavía si lo hacemos con niños. Te damos algunos consejos básicos para que salga bien.
- En coche. Si decidimos viajar en coche hasta nuestro lugar de vacaciones es importante llevar agua, algo de comer, algún juguete o un libro, canciones infantiles para animarles y, si vamos a viajar con un bebé, al menos un cambiador, pañales y toallitas. Tampoco está de más llevar alguna bolsa de plástico por si el niño se marea durante el trayecto. Además, hay que parar para estirar las piernas cada dos horas. Y lo más importante: los niños deben llevar las sillas de seguridad apropiadas. Esto es obligatorio.
- En avión. Hay que tener en cuenta que los niños menores de dos años no tienen derecho a asiento y deben viajar encima del padre o de la madre. Eso sí, tendrán su propio cinturón de seguridad adaptado. Para niños más mayores es una buena idea llevar algún juego o una libreta y lápices para colorear para que se entretenga. También es importante tranquilizarle antes de volar para reducir lo más posible que se asuste durante el despegue.
- En tren. A los niños les puede encantar viajar en tren porque pueden contemplar los paisajes por la ventanilla, pero si el viaje es muy largo les puede resultar excesivamente pesado y esto tenemos que preverlo incluyendo algún entretenimiento. Tampoco es mala idea valorar la opción de un coche-cama.
A la hora de organizar las actividades de ocio hay que tener en mente a todos los miembros de la familia