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La llegada de la menopausia viene acompañada de una verdadera revolución hormonal para la mujer. Como consecuencia de esto, algunas sienten ciertas molestias, como sofocos, cambios de ánimo o excesiva sudoración, pero en ningún caso se trata de una enfermedad, por lo que no hay que afrontarla como tal. Además, para muchas de ellas, el hecho de que ya no puedan tener hijos les lleva a pensar que ya no aportan nada a la sociedad, cuando es todo lo contrario. La madurez es una virtud, es un cúmulo de experiencias en la vida que hay que intentar transmitir a las generaciones posteriores. No hay que olvidar que las mujeres a esas edades son una referencia y un ejemplo a seguir para los hijos, y una fuente de cariño para los nietos.
1. Olvídate de la regla
¿Has pensado en que ya no tendrás que soportar más, un mes tras otro, toda la “parafernalia” que acompaña a la menstruación? Con su cese, puedes olvidarte de los dolores los días previos, de la hinchazón abdominal, de los cambios de humor o de las ganas de comer dulce, que hacen engordar. Poco a poco dejarás de tener sangrados, lo que también conlleva un ahorro en productos de higiene íntima, que nunca viene mal, y te sentirás más libre, porque ya no estarás tan pendiente del calendario. ¿Cuántas veces has planificado un plan dependiendo, en cierta medida, de cuando te iba a venir la regla? Es cierto que ya no podrás tener hijos, pero es hora de dejar esa tarea a las más jóvenes, y disfrutar de los nietos, a los que
podrás mimar y darles los caprichos que quizá no diste a tus hijos.
2. Stop a la pérdida de hierro
Por fin, todo el hierro que adquieras a través de la alimentación lo podrá aprovechar tu organismo en su totalidad, ya que, hasta ahora, a través a los sangrados de la menstruación perdías una cantidad importante de dicho mineral, especialmente si el periodo se prolongaba o el sangrado era abundante. Para muchas mujeres, esto es el origen de una anemia ferropénica, es decir, el cuerpo no dispone de suficiente hierro y, por tanto, produce menos glóbulos rojos o demasiado pequeños. Esta alteración puede dar lugar a diferentes síntomas, como dolor de cabeza, cansancio, problemas de concentración o mareos al incorporarse. Gracias a la menopausia, el riesgo de anemia se reduce significativamente.
3. Disfruta aún más con tu pareja
De forma errónea se relaciona la madurez con una disminución de la actividad sexual, pero realmente no hay razón para que sea así. Es cierto que, a partir de la menopausia, puede surgir sequedad vaginal por la reducción de la producción de hormonas, lo que conlleva irritación o dolor vaginal con la penetración, pero son alteraciones que se pueden solucionar con un producto lubricante, o en casos más específicos, con un tratamiento hormonal sustitutivo. Ante esta situación, lo más importante es hablar con el médico, no hay que tener ningún reparo en abordar este tema, porque es totalmente comprensible y recomendable desear mantener una vida sexual activa. Además de seguir disfrutando de esos momentos de intimidad con la pareja, el sexo favorece la producción de endorfinas (hormona de la felicidad) y hasta te ayuda a estar en forma.
A todo esto se suma que ya no necesitas anticonceptivos y, por tanto, no tendrás los efectos secundarios de estos tratamientos que, en el caso de los orales, pueden ser problemas de coagulación, retención de líquidos o tensión arterial alta.
Eso sí… ¡Sigue cuidándote!
Para aprovechar todas las ventajas que trae la menopausia, es fundamental gozar de un buen estado de salud, y para ello debes seguir cuidándote prestando especial atención a:
- La dieta y el ejercicio físico: Los cambios hormonales pueden dar lugar a trastornos metabólicos, por lo que las mujeres deben cuidar su alimentación y permanecer activas para dar de lado a problemas como el exceso de peso, la diabetes o la hipertensión. Además, se recomienda una ingesta extra de calcio, fósforo y vitamina D para evitar la osteoporosis.
- No te saltes las revisiones médicas: Pruebas como una mamografía, una densiometría o una simple analítica de sangre para determinar los niveles de colesterol, glucosa, potasio, etcétera, son fundamentales para llevar un buen control de la salud en general y detectar a tiempo posibles enfermedades que son más frecuentes en la menopausia y en la posmenopausia.
- Déjate ayudar: Si necesitas un suplementación de testosterona para recuperar el deseo sexual o debes tomar algún complemento alimenticio para encontrarte mejor, no hay razón para no hacerlo. No asumas que este tipo de alteraciones son propias de la edad y que hay que aceptarlas, porque en la mayoría de los casos se pueden tratar.