Son de sobra conocidas las extraordinarias propiedades saludables de la uva –tanto de su jugo natural o en forma de vino como de su hollejo y su pepita–, pero menos populares son las de la planta de la que nace este fruto, la vid.


Existen más de sesenta especies de vid, pero la que destaca sobre todas las demás, por los beneficios que nos ofrece, es la vid roja (Vitis vinifera L.), que debe su nombre a la bonita tonalidad rojiza intensa que adquieren sus hojas en otoño. Un color que, casualmente, nos recuerda al de la sangre, algo que tiene mucho que ver con su acción terapéutica: sus hojas contienen diversos tipos de taninos, sustancias vasoprotectoras que tienen la cualidad de mejorar los problemas de circulación venosa, como las varices, la pesadez de piernas o las hemorroides. 

  • Vasos sanguíneos más fuertes: La vid roja ayuda a combatir la insuficiencia venosa y la fragilidad capilar cutánea. Al mismo tiempo, las sustancias que contiene favorecen la estabilización del colágeno presente en las membranas de los vasos, con lo que estos se vuelven más flexibles.

    Todo ello contribuye a la prevención de la aterosclerosis (endurecimiento de las arterias) y de la arteriosclerosis (acumulación de grasa en forma de placas en las paredes de las arterias).

  • Mejor retorno venoso: Otras sustancias favorecen la contracción de las células musculares de los vasos sanguíneos, facilitando el retorno venoso de la sangre acumulada en los miembros inferiores hacia el corazón. Es un efecto especialmente beneficioso para las personas que padecen insuficiencia venosa crónica, con molestias como hinchazón de las piernas, venas varicosas, sensación de pesadez, dolor, cansancio, picor, tensión y calambres en las pantorrillas.

  • Menos molestias por hemorroides: Ayuda a desinflamar las hemorroides, ayudando a aliviar los síntomas característicos, como el picor y el ardor.

  • Alivio para la rosácea: Al mismo tiempo favorecer que los vasos sanguíneos sean más resistentes y menos proclives a romperse, como en el caso de las personas que se hacen hematomas con facilidad o que padecen cuperosis o “rosácea” (áreas de la piel, frecuentemente en la cara, con vasos capilares dilatados y visibles, que adquieren la forma de ramificaciones o de tela de araña).

¿Cómo se toma?

El extracto seco de la hoja de vid roja se encuentra fácilmente en forma de cápsulas para uso interno. Para uso externo, en algunos establecimientos es posible adquirirlo al peso. En cualquier caso, por los posibles efectos secundarios e interacciones que todas las plantas medicinales pueden ocasionar, automedicarse con ellas es siempre desaconsejable.

Consulta a tu médico si puedes utilizar la vid roja en tu caso y en qué dosis.

Descanso para tus piernas

Si cuando pasas muchas horas de pie o sentada notas las piernas hinchadas y te duelen, baña tus piernas y tus pies durante diez minutos en agua no muy caliente, en la que hayas puerto a hervir previamente un puñado de hoja seca de vid roja. Notarás su acción calmante y tonificante.

 

 

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