SABER VIVIR COMUNICACIÓN, S.L.
1. Evita permanecer de pie, quieto o sentado largos periodos de tiempo
Si no fuera posible, no cruces las piernas, utiliza un reposapiés y mueve pies y piernas dando breves paseos.
2. Piernas arriba
Para mejorar el funcionamiento de las venas, y tras largos periodos sentado o de pie, túmbate y elévalas por encima del nivel del corazón.
3. Utiliza medias de compresión terapéuticas
El médico o farmacéutico valorará el grado de compresión y talla más adecuados para ti. Son muy efectivas.
4. Sigue una dieta equilibrada y baja en sal
Tanto el sobrepeso como el estreñimiento pueden afectar a la circulación. Para prevenirlos, adopta una dieta rica en fibra, frutas, verduras y cereales.
5. Hidratación, por dentro y por fuera
Bebe entre 1,5 y 2 litros de agua diariamente. Además, hidrata también la Epidermis con productos especializados (cremas y geles).
6. El deporte, fundamental
Es recomendable la práctica de ejercicio físico moderado de manera regular. Nadar o caminar diariamente, incluso el baile, la gimnasia y la bici, te ayudarán a activar la circulación sanguínea.
7. Tras la jornada, activa el riego con una ducha y un masaje
Al finalizar, aplica agua fría en las pantorrillas en sentido ascendente para aliviar la sensación de pesadez.
8. El calzado y la ropa, mejor amplios
Las prendas muy ajustadas no son aconsejables, ya que pueden dificultar el retorno venoso desde las piernas al corazón. Igualmente, prioriza el calzado ancho y cómodo, sin un tacón excesivo.
9. Evita el calor
Dado que las altas temperaturas favorecen la dilatación de las venas, no tomes el sol en las piernas de manera prolongada, no te depiles con cera caliente y mantente alejado de los braseros.
10. Consulta con el profesional sanitario
Tu médico o farmacéutico pueden orientarte acerca de complementos alimenticios, geles para piernas cansadas y medicamentos específicos.