SABER VIVIR COMUNICACIÓN, S.L.
Si descansas por las horas que necesitan tu cuerpo y tu mente para reponerse, no sólo tendrás más energía al día siguiente para llevar a cabo tus tareas cotidianas y atender mejor a tu familiar, sino que además te encontrarás mejor en todos los sentidos y eso se notará en tu humor.
No te calles: Pide ayuda
Hay mil cosas de las que ocuparse y otras mil aún por hacer, pero parece que en casa nadie se da cuenta. Tienes derecho a quejarte, así que ¡quéjate! Hasta ahora insistías en que nadie puede resolver las tareas diarias tan bien como tú lo haces, pero desde ahora tienes que hacer el esfuerzo de delegar algunas en otros miembros de la familia, para que puedas reservar un poco de tiempo para ti.
Desahógate
El ser humano tiene una capacidad de resistencia psicológica realmente admirable ante las adversidades de la vida, pero la frustración, la ansiedad, la desesperanza, la irritabilidad y la sensación de desamparo y de incomprensión crecen sin parar si no les ponemos límites. Si crees que tu pareja, tus hijos y tus amigos no te comprenden, haz que te comprendan. Sólo tú sabes lo que sientes; cuéntaselo. No cargues a solas con el peso de los sentimientos negativos y exprésalos para liberarte de ellos, porque, de lo contrario, puedes desembocar en una depresión que te bloqueará aún más.
Ayuda mutua
Los servicios sociales de los ayuntamientos suelen organizar talleres impartidos por especialistas o reuniones de personas que cuidan a un familiar dependiente en casa y comparten experiencias y sentimientos. No pierdas la oportunidad de participar en estas actividades; serán de gran ayuda para ti.
Llena tu vida de nuevo
La viudedad no es sinónimo de quedarse solo y perder irremediablemente la ilusión de vivir.
- Apóyate en tus seres queridos para buscar nuevos proyectos que llenen tu tiempo y tu mente.
- Sigue cuidándote por dentro y por fuera, porque aún tienes mucho que dar a los demás.
- Hacer ejercicio físico, salir de casa a menudo y disfrutar del tiempo en buena compañía es fundamental para volver a ver la luz del día poco a poco.