SABER VIVIR COMUNICACIÓN, S.L.
En las personas diestras predomina el hemisferio cerebral izquierdo, mientras que en los zurdos el predominante es el hemisferio derecho.
Pero, ¿qué hace que seamos diestros o zurdos? Existen varias teorías al respecto:
- Hay estudios que apuntan a que el manejar con más habilidad la parte derecha o la izquierda del cuerpo no es decisión propia, ni tampoco fruto d e l azar, sino que es resultado del complejo proceso de evolución del sistema nervioso, que se va produciendo a medida que crecemos. Por eso, supuestamente, no nacemos diestros o zurdos, sino que nos vamos convirtiendo en tales en nuestros primeros años de vida.
- Diversos estudios genéticos sugieren que existen genes dominantes que nos llevan a ser diestros o zurdos. Según esta teoría, tendríamos más posibilidades de ser zurdos si tenemos antecedentes familiares.
- Los psicólogos apuestan más porque tiene que ver sobre todo con el aprendizaje: usamos mejor una mano que la otra por simple repetición.
- Y otras teorías apuntan a que situaciones concretas determinarían nuestra lateralidad, como tener una lesión en una mano (por lo que se aprende a usar la otra) o la exposición a altas dosis de testosterona en el embarazo.
Los zurdos, gente excepcional
Se estima que solo entre un 8% y un 15% de la población mundial es zurda. El predominio de los diestros, según los que saben de esto, podría deberse a que las funciones cerebrales del hemisferio izquierdo (capacidad para la lógica, para resolver problemas numéricos o para aprender información teórica) son relativamente más importantes y, por ello, dominantes. En cambio, el papel desempeñado por el hemisferio cerebral derecho tiene que ver con las habilidades relacionadas con la imaginación y la creatividad. Pero estas no son, ni mucho menos, secundarias. ¿Será por eso que los artistas Miguel Ángel, Leonardo da Vinci o Rafael, entre otros muchos genios de la historia, fueron zurdos?
“Bichos raros” en un mundo diestro
Atrás quedaron aquellos tiempos en los que se intentaba corregir la zurdera de los niños sometiéndoles a todo tipo de tropelías, como atarles la mano izquierda detrás de la espalda para obligarles a usar la derecha. Aunque está claro que vivimos en un mundo diestro, los zurdos han dejado de ser por fin “bichos raros” y se pueden desenvolver con más facilidad en sus tareas cotidianas gracias a que existen útiles de escritura, tijeras, cubiertos, herramientas y utensilios de cocina especiales para utilizarlos con la mano izquierda, aunque aún no se encuentran con tanta facilidad en el mercado como sería deseable.