Muy diferentes alteraciones se manifiestan en la piel en forma de picores. El médico puede averiguar a qué se deben y cómo aliviarlos.


Si sientes picor intenso durante un tiempo prolongado, ya sea en una zona localizada o en un área más extensa del cuerpo –cuyo término médico es “prurito”– , no lo ignores y ponte en manos de un especialista para que averigüe la causa que lo ha originado. Porque el prurito no solo es un síntoma habitual en alteraciones dermatológicas como la deshidatación de la piel, la dermatitis atópica o de contacto, la urticaria o la psoriasis, sino que en ocasiones es una de las primeras pistas que nos avisan de enfermedades renales, hepáticas, tumores, tiroideas, diabetes, anemia ferropénica,  infecciosas e incluso psiquiátricas. 

¿Cómo te pica?

La sensación de picor se transmite a través de fibras nerviosas distintas de las que transmiten el dolor. Su velocidad de conducción es lenta, y sus terminaciones están muy ramificadas, lo cual hace que la localización del picor habitualmente sea indeterminada, extendiéndose en zonas difusas. Por eso a veces nos resulta concretar dónde nos pica exactamente, lo cual a veces dificulta un poco más el diagnóstico del problema. 

Con frecuencia, el examen físico no muestra alteraciones en la piel que puedan justificar ese picor, y lo único evidente a la vista parece ser las lesiones típicas de haberse rascado excesivamente, puesto que un prurito muy intenso puede llevarnos a rascarnos de manera inconsciente con las uñas de manera casi inconsciente, pudiéndonos ocasionar desde rasguños a heridas dignas de consideración. Esto es muy habitual sobre todo en los niños pequeños y en personas de edad avanzada.

¡Qué persistente!

No siempre al tratar la causa que ha originado la picazón o prurito se acaba fácilmente con él. En algunos casos en que no hay causas evidentes del picor, el médico puede recetar medicamentos antihistamínicos. Si el prurito persiste más de quince días o un mes, lo normal es ahondar en el problema llevando a cabo diferentes análisis y exámenes médicos. 

¿Piel sensible? Para que no te pique...

  • La hidratación es muy importante. Bebe al menos un litro y medio de agua al día y aplícate una crema hidratante corporal. Una piel seca es más propensa a los picores.

  • Mantén cortas tus uñas para no dañarte la piel al rascarte.

  • Presta atención a la composición de tu ropa: la lana o los tejidos sintéticos y poco transpirables, por ejemplo, pueden aumentar el picor en las zonas problemáticas.

 

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