SABER VIVIR COMUNICACIÓN, S.L.
A quién no le ha pasado que después de hablar con algún conocido le ha invadido una sensación de malestar, desolación, falta de libertad, miedo o culpa y ha pensado: “No puedo con él/ella”, “me quita la energía” o “¿qué necesidad tengo de que me ponga la cabeza como un bombo?”. "En realidad son individuos letales que contagian lo peor de sí mismos (culpabilidad, egoísmo, menosprecio o humillación) o nos sustraen aquello que les falta a ellos (energía, entusiasmo, confianza o motivación)”, explica el terapeuta José Elías. A veces, incluso, actúan sibilinamente. Toman una actitud pasiva, llorona o victimista y buscan compasión y ayuda reiterada de los demás.
¿Cómo protegerte? Analiza qué busca al hacerte sentir incómodo y lo que hay debajo. Puede actuar como un depredador, ser un manipulador consciente, un vampiro emocional o ir de falsa víctima. ¡No le dejes!
Evítales
Aunque la solución más fácil es huir de quien te quiere mal, a veces no es fácil poner tierra de por medio. Todo va a depender del nexo que tengas y también de si respeta tu decisión. No te identifiques con él ni le justifiques. Piensa en tus necesidades y rodéate de personas que te hagan feliz. Practica el desapego emocional.
Nos roban la energía para manipularnos, aislarnos del resto o por simple envidia
Su DNI
Son envidiosos y autoritarios. Perfectos manipuladores, se mostrarán amables para que les confíes secretos. Muchos de ellos tienen un carácter pesimista que les hace ver todo lo que sucede de forma negativa y consiguen contagiar al resto su pesimismo. Sociopsicópatas reconocidos, alcanzan sus objetivos sin importarles el daño que puedan causar. En definitiva, son inseguros, controladores y egoístas.