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Tener amigos es bueno en todos los sentidos. Hasta mejora la salud física. Según investigadores de las universidades estadounidenses de Utah y Carolina del Norte, el impacto sobre la salud de tener amigos es similar a la que se obtiene dejando de fumar: respiras y te mueves mejor, tienes mejor cutis y mejor aspecto en general y te ríes más. Además, diversos estudios aseguran que las personas con amigos y que cultivan unas relaciones sociales sanas tienen un 50 por ciento más de probabilidades de sobrevivir a un tumor, tienen unos menores niveles de estrés, activan neuronas relacionadas con la recompensa y hasta cuentan con un antídoto contra el sobrepeso: una investigación publicada en la revista Obesity asegura que rodearte de amigas que se preocupen por la alimentación evita que ganes peso de forma consciente.
Y, además, los amigos nos alargan la vida. Otro estudio australiano publicado en Jorurnal of Epidemiology and Community Heath dice que en las personas con un amplio círculo de amigos las posibilidades de fallecer son un 22% mayores.
Si tu problema es que no tienes muchas amistades, aquí van los consejos de siete gurús para empezar a hacerlas.
1. «Si quieres conocer a una persona, busca un lugar tranquilo, siéntate con ella y, sin prisas, hazle la pregunta clave: 'Háblame de ti'». Luis Rojas Marcos
Hace algunos meses, el célebre psiquiatra español publicaba Todo lo que he aprendido. 303 ideas para una vida mejor, un libro donde Rojas Marcos volcaba toda la experiencia que ha ido acumulando con los años en el trato con las personas. Para él, como para muchos expertos, la amistad influye, incluso, en la salud. «Conectados con otros se vive mejor.
Estoy convencido de que la calidad de la vida es, en gran medida, la calidad de las relaciones», asegura en otra parte del libro. Y, en una entrevista, el terapeuta recomendaba entablar relaciones afectivas incluso cuando no se tienen amigos o familia. «Cuando no tenemos familiares o amigos de quienes recibir afecto, podemos intentar buscar asociaciones o grupos con quienes nos podamos identificar».
2. «El requisito para dominar el arte de las relaciones consiste en el desarrollo de dos habilidades emocionales fundamentales: el autocontrol y la empatía». Daniel Goleman
Este psicólogo estadounidense es autor de uno de los grandes best sellers sobre el desarrollo personal: Inteligencia emocional. Goleman aboga por desarrollar la empatía para poder crear nuevas relaciones.
Para lograrlo, el autor considera que es importante interesarse por la gente que aún no conocemos. Por ejemplo, en una fiesta es muy útil acercarte a hablar con la gente que no te han presentado y mostrar interés por ella.
Esto implica que, cuando les hables, debes prestarles atención. En este sentido, Goleman cree que la gente curiosa tiene mucha más facilidad para ser empática. Además, es necesario tomarse tiempo para cuidar las relaciones que ya has comenzado.
3. «Es importante hacer una lista de actividades o lugares donde puedas ir para conocer gente nueva y empezar a generar un círculo que, a la larga, puede ser muy importante». Silvia Congost
Especializada en dependencia emocional y autora de libros como Quien te quiere NO te hará llorar, Congost considera que los amigos son muy importantes para superar las dificultades de la vida, como puede ser una ruptura sentimental.
Si no los tenemos, debemos buscarlos; y si los tenemos, hay que cuidarlos. En su blog advierte de que «es muy diferente sentirse solo y estarlo a sentirse solo y tener buenos amigos. Cuando estamos en una relación de pareja es cuando más tenemos que vigilar de no dejarlos abandonados. Es cierto que estar en una relación implica ponerle mucha energía, pero debemos vigilar de no aislarnos».
4. «Para relacionarte efectivamente con tu cónyuge, tus hijos y tus amigos o compañeros de trabajo, debes aprender a escuchar». Stephen R. Covey
Escritor y conferenciante estadounidense de gran éxito, Covey es conocido, sobre todo, por su libro Los siete hábitos de las personas altamente efectivas. En él nos ofrece el consejo que encabeza este párrafo, pero advierte de que aprender a escuchar exige «tener cualidades del carácter altamente desarrolladas tales como la paciencia, estar abiertos y desear comprender a los demás».
5. «Si quieres hacer amigos, saluda a los demás con ánimo y entusiasmo». Dale Carnegie
El libro Cómo ganar amigos e influir sobre las personas, publicado en 1936 por este empresario estadounidense, está considerado uno de los primeros libros de desarrollo personal de la historia. Aunque la obra de Covey está más enfocada al sector empresarial, de él podemos extraer enseñanzas importantes para poner en práctica en las relaciones personales cotidianas. ¿Su principal máxima? «Solo hay un medio para conseguir que alguien haga algo, conseguir que el prójimo quiera hacerlo».
6. «Mantén solo un número limitado de buenos amigos. Cinco o seis como máximo. Es difícil tener un número mayor porque a los buenos amigos hay que cuidarlos, y eso lleva su tiempo». Rafael Santandreu
Este consejo es muy valioso a la hora de hacer nuevas amistades: es mejor la calidad que la cantidad. Este terapeuta, el 'House de la psicología', también expone en su libro El arte de no amargarse la vida el concepto de collage de la amistad. Para Rafael Santandreu hay que «plantearse las relaciones como un gran mural donde cada persona te aporta una cosa diferente». Y pedirle a cada amigo solo lo que es capaz de ofrecer. «No podemos exigir a nuestros amigos y familiares que sean perfectos. Cuando lo hacemos, nos indignamos con facilidad y tenemos la tentación de descartar a personas muy valiosas».
7. «Hay que tener relaciones seguras. En ellas te sale naturalmente ser cálido y amoroso». Elsa Punset
La divulgadora explica que en ese tipo de relaciones «te tomas los asuntos del corazón con mucha más filosofía y no sueles disgustarte fácilmente por los temas de pareja. Compartes con naturalidad tus éxitos y problemas... y esa forma de relacionarte puedes entrenarla».
Tomar 6 copas al día o fumar más de 15 cigarrillos perjudican tanto como no tener amigos, según un estudio de la Universidad Brigham Young en Utah (EE.UU). Disponer de lazos afectivos fuertes reduce también las probabilidades de morir joven.