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Aunque debemos protegernos del sol todo el año, la venta de protectores solares se dispara con la llegada del buen tiempo y el aumento de las horas de luz. Para elegir el más conveniente hay que tener en cuenta las características de la piel de cada miembro de la familia, el tipo de actividad que le gusta realizar y su edad. Es algo imprescindible, pues, como recuerdan desde el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos «la utilización correcta de los fotoprotectores previene los efectos adversos de las radiaciones, principalmente de las quemaduras; retrasa el envejecimiento y previene la fotosensibilización, las alergias y el cáncer de piel».
¿Qué radiación te perjudica?
Hasta ahora, las formulaciones de los protectores solares se dirigían a bloquear las radiaciones ultravioletas (UVA y UVB), que son las causantes de los eritemas, el enrojecimiento de la epidermis, el envejecimiento de la piel y la alteración de las células cutáneas. Pero las últimas investigaciones han descubierto que el 50 por ciento del estrés oxidativo generado por el sol en la piel está causado por la radiación visible e infrarroja, por lo que se están incluyendo nuevas fórmulas en los protectores solares.
La radiación, además, tiene un efecto a largo plazo sobre el envejecimiento de la piel que se manifiesta en forma de sequedad cutánea, arrugas marcadas, flacidez e hiperpigmentaciones. Y recuerda: incluso cuando el cielo está muy nublado los rayos UVA nos alcanzan, al igual que cuando nos da la luz del sol a través de una ventana… También en invierno.
¿Hay una crema para cada edad?
Aunque el sol afecta a todos por igual, hay épocas en la vida en la que necesitamos una protección especial. Los dermatólogos recomiendan no exponer a los menores de tres años a la luz directa del sol. A partir de esa edad hay que proteger a los niños con ropa, gorra, gafas y usar protectores solares especiales que sean resistentes al agua.
Estos son necesarios incluso en la sombra y en todas las actividades al aire libre. También durante el embarazo la piel de la mujer es más frágil y resulta más propensa a la aparición del melasma. A partir de la postmenopausia la dermis se fragiliza, pues pierde parte de su función protectora de barrera, así que tiende a la sequedad y es más sensible a la aparición de lentigos y nebus. También hay que realizar un esfuerzo y concienciar a los adolescentes a que usen protección solar: al menos un 60 por ciento de ellos sufre algún tipo de quemadura solar durante el verano, debido a que rechazan los cuidados paternales.
¿Y en la nieve?
La nieve, el agua y la arena reflejan el sol aumentando la cantidad de rayos ultravioletas a los que uno se expone: la nieve refleja hasta un 85 por ciento; la arena, alrededor del 17 por ciento; y el agua, un 10 por ciento. Hay que tener en cuenta, además, que entre las 12 y las 16 h es el peor momento de exposición al sol en los destinos de playa. También el riesgo de quemaduras se incrementa con la altura: cada 300 metros aumenta un 4 por ciento el poder eritematoso de las radiaciones ultravioletas. Además, la radiación solar es más intensa cerca del Ecuador, puesto que incide verticalmente sobre la tierra. Pero, sobre todo, la estación del año en que la radiación solar nos llega con toda su energía es el verano.
Cremas solares: Manual de uso
CANTIDAD. Debes aplicarte la dosis adecuada de crema para que el producto sea efectivo. Eso son 2 mg por centímetro cuadrado de piel, lo que equivale a un dedo de producto para la cara y dos para cada una de las partes del resto del cuerpo. Los estudios revelan que, de media, la cantidad que nos aplicamos es de dos a cinco veces menos de lo preciso.
RESISTENCIA AL AGUA. Si el protector es water resistant signifi ca que después de 40 minutos de inmersión queda al menos un 70 por ciento del valor de protección calculado sobre piel seca; si pone waterproof, el fotoprotector no pierde su capacidad después de 80 minutos de baño.
FOTOESTABILIDAD. Un protector solar cumple los requisitos de fotoestabilidad cuando mantiene el 90 por ciento de su efectividad durante la exposición solar.
TIPO DE PANTALLA. Lo ideal es combinar los tres tipos de crema para ganar efectividad y seguridad.
- Físicas (minerales). Actúan reflejando la radiación solar, por lo que esta no llega a la superficie cutánea y tampoco penetra en la piel. Tienen una alta tolerancia cutánea y en raras ocasiones producen alergias.
- Químicas. Provienen de moléculas de síntesis que actúan cuando son absorbidas por la piel.
- Biológicas. Se formulan con antioxidantes tales como vitaminas, zinc, magnesio y flavonoides.
NO TE FÍES CUANDO EL CIELO ESTÁ NUBLADO; LOS RAYOS UVA SIGUEN CAUSANDO ESTRAGOS
Un 38% es lo que ha aumentado el cáncer de piel en España durante los últimos cuatro años. Se prevé que esta tendencia al alza siga durante las dos o tres próximas décadas
Elige tu crema solar según tu fototipo
Cada piel es diferente y acepta el sol de una manera distinta. Esa capacidad adaptativa es lo que se denomina fototipo, un factor viene dado por una serie de rasgos físicos como el color de ojos, cabello y piel, y que determina, por un lado, la capacidad de bronceado de la piel y, por el otro, el correcto factor de protección solar que cada uno debería utilizar. Con esta tabla te será muy sencillo conocer tu fototipo y el factor de protección solar (FPS) que debes aplicarte.
FOTOTIPO I: Personas con cabello color rubio o pelirrojo, ojos claros y piel muy blanca. Se queman con mucha facilidad y no se broncean. Son las más propensas al daño solar. El Factor de Protección Solar (FPS) correcto es 65 o más, ya que este tipo de piel requiere una protección muy alta.
FOTOTIPO II: Tienen la piel blanca y los ojos y el cabello claro. Se queman con facilidad y pueden broncearse un poco. Su piel es más resistente que la anterior, pero necesita mucha protección. El FPS indicado estaría entre 45 y 35. Al exponerse al sol, la piel se puede inflamar, volverse roja y descamarse.
FOTOTIPO III: Con piel blanca o morena clara, cabellos claros y ojos verdes o castaños. Son algo poco tolerantes al sol, pero se queman con facilidad. Necesitan protección solar alta. El FPS adecuado está entre 30 y 40, porque, aunque la piel logra una ligera pigmentación, se quema fácilmente.
FOTOTIPO IV: De piel morena clara, cabellos y ojos marrones. Su piel es resistente y se broncean con facilidad. Se queman si toman el sol mucho tiempo y necesitan una protección solar media. Se queman moderadamente y se pigmentan con bastante facilidad. Para este fototipo un FPS de 20 0 25 es ideal.
FOTOTIPO V: Tienen la piel morena y los ojos y el cabello oscuros. Se broncean con facilidad, tienen resistencia contra el sol y solo se queman si se exponen mucho tiempo. Este tipo de pieles se pigmentan con facilidad y soportan relativamente bien el sol. El FPS adecuado es 15.
FOTOTIPO VI: Personas de raza negra con piel, cabello y ojos oscuros. Son muy resistentes al sol y casi nunca se queman, pero también precisan protección para evitar el efecto de los rayos UV. Aunque moderadamente, también necesitan protegerse. Para este tipo de piel lo indicado es un FPS de 8 o 10.
Tira del móvil
Ya puedes saber qué protección necesitas solo mirando el móvil. La app SOLFARMA te ayuda a elegir el FPS que necesitas según tu fototipo, ya que, mediante geolocalización, mide el grado de radiación solar que hay en un momento y en un lugar determinados.