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Nuestro sistema sanguíneo está sometido a una gran cantidad de combinaciones de distintos antígenos –más de 300, como las proteínas o los polisacáridos–. Son los elementos que determinan nuestro ‘DNI sanguíneo’ y que distinguen a unos seres humanos de otros. La Sociedad Internacional de Transfusión Sanguínea reconoce hasta 33 sistemas sanguíneos, cada uno de ellos formado por una combinación de antígenos diferentes. Cuando esa configuración sanguínea es poco frecuente se denomina ‘grupo sanguíneo raro’. Es el caso del Tja negativo o el Bombay, que se da en uno de cada 250.000 individuos.
María Ángeles Andreu, especialista en hematología y en hemoterapia y directora médica de la Unidad de Extracción de Sangre de Cruz Roja Española, vinculada al Centro de Transfusión de la Comunidad Autónoma de Madrid, define esta rara condición: «Los hematíes de fenotipo raro cuentan con una combinación de antígenos de baja frecuencia que son aquellos que hacen que grupos sanguíneos como el O+ o el A+ sean más anómalos al combinarse con estos antígenos».
El doctor Eduardo Muñiz, Jefe de Servicio de Inmunohematología del Banco de Sangre y Tejidos de Cataluña, precisa aún más la definición: «Las personas que tienen un grupo sanguíneo raro, en realidad carecen de un grupo en concreto que sí tiene el 99,99% de su entorno ». Una rareza aún mayor es el caso del llamado RH nulo, que nos explica el propio doctor Muñiz: «El fenotipo RH Nulo pertenece al individuo que carece de todos los grupos sanguíneos de lo que llamamos el sistema RH. Es extraordinariamente raro. En 35 años de dedicación solo he visto tres casos: dos pacientes y un donante».
Hay que aclarar que no es una sangre ‘problemática’. Ninguna lo es: antes de cada transfusión se prueba la compatibilidad, ya que la transfusión entre grupos incompatibles puede producir una reacción inmunológica grave.
La dificultad de estos tipos de sangre raros reside en encontrar al donante adecuado.
Un millar de donantes
En 2014, se disponía en España de 766 concentrados de hematíes congelados de grupos sanguíneos raros y un censo de un millar de donantes con estos tipos de sangre, a los que se puede llamar en caso de necesidad. De los aproximadamente 180 grupos sanguíneos raros registrados, 20 son los más frecuentes dentro de la rareza.
La genética o la raza determinan que haya una mayor o menor incidencia de grupos sanguíneos raros en determinados individuos. Incluso hay exclusividad de ciertos fenotipos en determinadas razas humanas. Por ello, son de vital importancia el Panel Internacional de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y The Bristol Institute for Transfusion Sciences- The International Blood Group Reference Laboratory, que conforman una red en la que se puede gestionar qué tipos de sangres poco habituales se demandan entre países. Cuando se necesita un grupo sanguíneo raro en concreto, se consulta la base de datos de donantes –Rare Donor Panel–, que cuenta con más de 5.000 donantes registrados. Cuando se ha encontrado el que se necesita, se puede poner en marcha el protocolo para poder trasladar reservas a cualquier lugar que se necesite a una temperatura de 4ºC como mínimo. En el caso de Estados Unidos, en 1998 se creó The American Rare Donor Program (ARDP), que cuenta con un censo de 45.000 donantes. En el resto del mundo existen centros de referencia en países como Irán, Nueva Zelanda, Israel o China.
La importancia de donar
En toda esta labor internacional, la colaboración del donante es fundamental, y las campañas de concienciación son muy importantes.
La donación, sea del grupo que sea, es un aportación ciudadana tan desinteresada como valiosa. Como reconoce la doctora Andreu, «la sangre es un bien escaso, y todos podemos ser potenciales enfermos que podemos necesitar sangre en cualquier momento en cualquier hospital público o unidad móvil, con lo que es fundamental que haya donantes. Solo en el caso de la Comunidad de Madrid, se necesitan mil unidades de sangre al día para dar cobertura a las necesidades sanitarias».
En España hay un censo con un millar de donantes con tipos de sangre "raros"
Ser donante… mejora tu salud
Además de salvar vidas, donar sangre aporta beneficios sobre la salud. Los dos primeros que te contamos están asociados a ella; los otros dos son beneficios directos.
- ES SALUDABLE PARA EL CORAZÓN: Según un estudio elaborado por el Journal of the American Medical Association (JAMA), las personas de entre 40 y 60 años de edad que donan sangre cada seis meses sufren menos ataques al corazón y derrames cerebrales. En concreto, un 88 por ciento menos que aquellos que no donan habitualmente.
- REDUCE EL RIESGO DE CÁNCER: Una investigación publicada en el Journal of the National Cancer Institute concluye que donar sangre está vinculado con una reducción del riesgo de sufrir cáncer. La investigación hizo un seguimiento de 1.200 personas que donaban sangre cada seis meses, y las estadísticas determinaron que tenían una menor incidencia de cáncer y también de mortalidad por esta causa.
- QUEMA CALORÍAS: Según un estudio de la Universidad de California, por cada donación –una bolsa de sangre contiene 450 ml–, el cuerpo pierde 650 calorías. Después de la donación, el cuerpo remplaza en 48 horas todo el volumen de sangre extraída.
- MEJORA LA CIRCULACIÓN DE LA SANGRE: La cantidad de hierro en sangre afecta al grosor y la textura de la misma. Es decir, unos niveles altos de hierro en sangre hacen que ésta sea más espesa, y se ha comprobado científicamente que la donación de sangre retira una cantidad de hierro, algo que, a la larga, puede resultar beneficioso porque aligera la textura de la sangre y mejorar la circulación.
¿Dónde están las reservas?
Los grupos raros más comunes entre los españoles, según el doctor Muñiz, son “aquellos que carecen de Celano, que está en el 92% de la población no solo española, sino caucásica”. La red estatal está preparada para conservar y proveer sangre “rara” en los casos que sea necesario. En España hay cuatro centros que congelan sangre rara: Barcelona, Galicia, Madrid y Valencia.
Para asegurar que siempre existan donantes de grupos “raros” y que lo hagan cuando sea preciso, otros centros aportan listas de portadores, como Aragón, Navarra y País Vasco.
El 36% de las personas tiene el grupo sanguíneo A+. Es el más común en España, seguido por el O+, que lo tiene el 35% de los españoles. Los menos comunes de los normales son el AB- –lo tiene el 0,5% de la gente– y otros como B- y O-
Del donante al paciente: El recorrido de la sangre
- DONACIÓN: En esta primera fase, el donante se identifica, rellena un cuestionario con preguntas sobre su salud y pasa una breve entrevista médica. La sangre extraída se identifica con un código de barras y se lleva al laboratorio del Centro de Transfusión.
- ANÁLISIS: Una vez en el Centro de Transfusión, se practican unos exámenes exhaustivos a la sangre, que incluyen el análisis serológico de los virus de la hepatitis B y C, del VIH y de la sífilis, el nivel de transaminasas y la determinación del grupo sanguíneo y del factor RH.
- PROCESAMIENTO: Se eliminan los glóbulos blancos –que provocan reacciones transfusionales– y la sangre se fracciona en glóbulos rojos, plaquetas y plasma. La sangre no se transfunde tal y como se obtiene del donante, sino que se utilizan sus distintos componentes por separado.
- EN EL HOSPITAL: Los componentes por separado se utilizan para el tratamiento de distintas enfermedades como anemia, leucemia, hemofilia, falta de defensa; también se emplean en el tratamiento de enfermos de cáncer, ante hemorragias y en la elaboración de medicamentos.
La sangre es un bien escaso, y todos somos potenciales enfermos que podemos necesitarla