SABER VIVIR COMUNICACIÓN, S.L.
Ha terminado la primera evaluación de los más pequeños de la casa... Las esperadas notas ya han llegado y, en algunos casos, no son todo lo positivas que esperaban, más bien están presentes los temidos suspensos. ¿Hay solución para salvar este curso? ¿Están a tiempo los pequeños de remontar? No caigas en el desánimo y logra revertir la situación con los consejos de la experta.
Pautas de actuación
Según la psicóloga Elena Borges, es prioritario para los padres saber que “las razones que llevan a un estudiante a suspender son diferentes en cada caso y deberían tratarse de forma individualizada”. Pero existen ciertas pautas que pueden facilitar la situación:
1. Desayuno fuerte y sano: La incorrecta y extendida costumbre de salir de casa en ayunas contribuye en gran medida al bajo rendimiento escolar.
2. ¿Defecto en la visión?: En muchos casos, las malas notas o el desinterés por las asignaturas son producto de algún defecto visual que les impide seguir el ritmo de las clases, atender a las explicaciones de la pizarra o leer con rapidez. Si percibes estos síntomas debes acudir a su médico.
- Frunce el ceño, guiña los ojos o gira la cabeza y el cuello para mirar de lejos o de cerca.
- Se le irritan los ojos cuando escribe o lee, le escuecen y se frota los párpados con frecuencia.
- Se queja habitualmente de dolores de cabeza.
- Tropieza con facilidad o tuerce un ojo.
- Comete muchos errores al copiar palabras de la pizarra.
- Tiene problemas para entender lo que lee.
- Tiene excesiva sensibilidad a la luz (fotofobia).
- Evita actividades que requieren visión de cerca, como leer o hacer los deberes, o visión de lejos, como el deporte u otras actividades de ocio.
- Suele sentarse demasiado cerca de la tele o se aproxima mucho a los libros.
3. Cómo ayudar con las tareas: Los padres deben implicarse en la educación de sus hijos. Por tanto, deben intentar crearles un hábito de estudio y estar pendientes de cuáles son sus tareas. Pero cuidado, tal y como explica Elena Borges, los padres han de ayudar a sus hijos “con cierta distancia” para no crear una dependencia total. “Lo ideal es que los niños trabajen en sus habitaciones y, si necesitan ayuda, la soliciten.
4. Ordenador, ¿amigo o enemigo?: Pedagogos y educadores aconsejan que los niños han de familiarizarse con las nuevas tecnologías pero, como muchas cosas de la vida, sin abusar. De hecho, los expertos recomiendan que los padres supervisen el tiempo que el pequeño pasa delante del ordenador. Por otro lado, también es fundamental que el ordenador esté fuera de la habitación infantil -en un despacho o una biblioteca- destinada al estudio.
5. Actividad extraescolar: La obsesión por tener unos hijos preparadísimos y detectar sus talentos llena su pequeñas agendas de actividades extraescolares y les deja sin tiempo para jugar. Los expertos señalan que un niño que no juega no aprende, ni desarrolla habilidades emocionales y sociales básicas para el mundo laboral.
6. Respeto de los horarios, incluidos los domingos: La relajación de los límites horarios para ir a dormir es un problema serio. Más de un 15% de los niños y niñas de 6 a 15 años asegura que no tiene hora para acostarse entre semana. Esta falta de rutina perjudica la atención y genera agresividad. Se sienten cansados, por falta de sueño y su rendimiento baja.
7. calidad de tiempo libre: Para muchos padres puede ser una de las pautas más complicadas, pero quizás sea la más necesaria: comparte tiempo de recreo con tus hijos. Es su mejor medicina.
Si se levanta y no tiene hambre
- Conviene que se levanten con tiempo y dediquen un rato a asearse, vestirse o preparar la mochila, para así generar sensación de hambre.
- La presentación del desayuno es importante.
- Para que un desayuno escolar sea completo incluye:
- Lácteos
- Cereales
- Frutas
- Zumos