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Unos 29.000 menores de 15 años en España sufre diabetes, según la Fundación para la Diabetes. El 95 por ciento padece la de tipo 1 (mellitus), por lo que son insulinodependientes y necesitan administrarse a diario insulina por vía externa y realizarse controles de glucosa, incluso durante las horas de clase. Por eso es muy importante que los profesores y los propios niños conozcan la enfermedad y puedan controlarla en la escuela. La propia Fundación ofrece algunos consejos para que los profesores ayuden a los niños diabéticos a llevar una vida escolar normal.
Facilita su adaptación. «Se deben potenciar situaciones de convivencia no discriminatorias, fomentando la autonomía del niño y posibilitando la adquisición de hábitos que le permitan desarrollar todo su potencial».
Apóyale en la planificación de las actividades. «El niño con diabetes puede desarrollar todas las actividades propias de su edad. Eso sí, es necesario preverlas y planificarlas para que no se conviertan en un riesgo», dicen en la Fundación. Es el caso de las comidas, el ejercicio físico o las actividades extraescolares. En esas situaciones, quizá haya que ajustar la medicación.
Ayúdale para que se administre la insulina. «En el caso de que los niños tengan una glucemia elevada – hiperglucemia–, es importante que los padres indiquen qué dosis es necesario inyectar a sus hijos o, si el niño es lo suficientemente maduro, cerciorarse de que ellos mismos conocen la dosis exacta que necesitan». Desde la Fundación recomiendan que los padres den por escrito a los profesores alguna pauta orientativa.
Facilita los controles de glucosa en sangre. «Si al niño no le supone ningún problema, debería poder hacerlos en clase o, de lo contrario, el colegio debería facilitar un lugar adecuado e higiénico».
Anima al niño a que realice ejercicio físico. «El niño con diabetes debe realizar ejercicio físico siempre que se den las condiciones adecuadas y el profesor las conozca». Eso sí, desde la Fundación advierten de que el ejercicio puede provocar hipoglucemias y hay que controlar la glucemia del niño antes y después de la actividad por si es necesario ajustar la medicación.
En el comedor escolar cuida al detalle su alimentación
Los niños y adolescentes que padecen diabetes deben seguir un plan de comidas similar al de un niño sin diabetes, pero desde la Fundación para la Diabetes aconsejan a los padres exigir al colegio la planificación de menús diarios «para que puedan hacer las especificaciones necesarias, teniendo en cuenta la cantidad de hidratos de carbono pautado para cada caso particular. Las personas encargadas del comedor deben supervisar lo que come el niño y asegurarse de que se pone la cantidad de insulina adecuada».
Actividades extraescolares
Ninguna actividad fuera de horario lectivo puede marginar al niño con diabetes. Eso sí, los padres necesitan conocerlas al detalle para ajustar la comida o la dosis de insulina ese día.