Tus labios hablan de salud ¡Escúchalos!

Son la puerta de nuestra boca y también todo un sello de identidad de nuestro rostro, pero los cuidamos poco y los sometemos a todo tipo de agresiones. Escúchalos, tienen mucho que decirte.


Desde pequeños nos enseñan a cuidar de nuestra higiene bucal: nos lavamos lo dientes, la lengua… pero, ¿qué hay de nuestros labios? Ellos son los primeros que reciben el frío del invierno o el calor del café del desayuno. Están expuestos a todas las adversidades climatológicas, a pesar de ser muy sensibles.

Carecen de una sustancia protectora denominada melanina, por lo que no cuentan con las mismas defensas que el resto de nuestra piel. Además, cuentan con escasas glándulas sebáceas, es decir, que se deshidratan con más facilidad.

¿Por qué se resecan y se cuartean?

La sequedad de los labios suele ser consecuencia de la pérdida de humedad, ya sea por frío, viento o sequedad ambiental. De hecho, reaccionan con mayor sensibilidad ante los cambios meteorológicos porque es la piel más delgada. Para evitar que se resequen, es importante aplicarse un buen bálsamo labial.

Según estemos en un tipo de clima u otro, los labios tienen un tipo de resistencia. Así, si estás en la playa se dañará más el labio inferior, y si estás en la nieve, el superior. Esto se debe a que el reflejo de los rayos solares recaen en esta mucosa de forma diferente y si no están bien cuidados, serán mayores las posibilidades de que se deterioren.

Sin diferencias

¿Son iguales los labios de los hombres que los de las mujeres? En contra de lo que puede ocurrir con la piel del resto de la cara, hombres y mujeres tenemos la misma fragilidad en los labios.

Labios enfermos

Unos labios secos y con tendencia a la aparición de heridas pueden estar diciéndote que algo en tu cuerpo no funciona de forma correcta. Toma nota de lo que te gritan tus labios:

  • Unos labios en mal estado pueden ser un indicador de algún tipo de alergia, por ejemplo, a algún enjuague bucal o dentífrico. También puede ocurrirte que algún pintalabios pueda producirte esa alergia.

  • Sequedad genética: Hay labios que parecen estar resecos permanentemente. Es una deficiencia de nacimiento que hay que compensar manteniéndolos siempre bien hidratados.

  • Los labios agrietados pueden ser un aviso de una falta de vitaminas B2, B6 o B12. Si es tu caso, no olvides en tu dieta abundantes vegetales de hoja verde y fruta.

  • Tener los labios demasiado sensibles y con heridas también puede ser signo de una carencia de ácido fólico o de una infección por herpes.

Enfermedades propias de los labios 

  • Herpes labial: Si escuchas la palabra “calentura”, seguro que sabes de lo que hablamos. Es una infección que produce una ampollita de color rojizo o morado que suele aparecer en la parte más externa del labio. Con un tratamiento antiviral (que elimine el virus), en un par de semanas suele desaparecer del todo.

  • Mucocele: Es frecuente en niños y adolescentes. Consiste en la hinchazón, enrojecimiento y dolor por la ruptura de la glándula salival. Algunos casos se resuelven de forma espontánea.

Secretos de belleza: Elige un buen lápiz labial, preferentemente hipoalergénico y que no tenga un exceso de colorantes y conservantes.

Para tener unos labios sanos...

  1. No te quites las pielecillas muertas mordisqueándolos o tirando de ellas con los dedos. Puedes provocarte heridas que sangren fácilmente y provocarte infecciones.

  2. Evita humedecértelos constantemente con saliva, pues esta posee una enzima que contiene bacterias y un Ph que irrita y lesiona la mucosa labial.

  3. Ante cualquier lesión en los labios consulta al médico, sobre todo si sientes picazón y/o sangran.

¿Un poco de gimnasia para tus labios? 

Si la gimnasia es beneficiosa para nuestro corazón, ¿por qué no lo va a ser para tus labios? Toma nota de estos sencillos ejercicios:

  • Vocaliza exageradamente, sin miedo al ridículo, y pronuncia las letras “A” ,“E”, “I”,“O”, “U” forzando cada gesto. Para ello haz una respiración profunda y pronuncia la “A” abriendo la boca de modo exagerado mientras exhalas. Y así con el resto de vocales. Repite la secuencia tres veces. Con este ejercicio, tonificarás y relajarás la musculatura de la zona de la boca.

  • Inhala y coloca las yemas de una mano encima del labio superior y sube el labio hacia arriba. Mantén esta posición durante seis segundos y exhala. Repite el ejercicio ocho veces. Este sencillo ejercicio te ayudará a definir la forma de tus labios y evitarás la formación de arrugas en el labio superior. Además, la presión hacia arriba al impulsar el músculo del mentón (mentoniano) efectúa un balanceo que ayuda a eliminar la tensión en la zona bucal.

 

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