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«No sé quién habrá inventado los tacones de aguja, pero las mujeres le debemos mucho». Hace casi medio siglo, Marilyn Monroe, la autora de la frase, ya tenía bien claro que un buen zapato de tacón es una herramienta de seducción masiva. Y es que pocos accesorios de moda son capaces de favorecer tanto a una mujer: le alargan las piernas, estilizan su figura y rematan cualquier modelito para convertirlo en un estilismo espectacular.
Pero los tacones, por muy cómodos que sean, nunca se han llevado bien con la salud. Y como pocas mujeres están dispuestas a reunciar a ellos, lo más sensato es establecer unas pautas de uso saludable para que este símbolo de belleza no se convierta en un instrumento de tortura. Para empezar, lo primero que debes tener en cuenta es que te los pongas porque tú quieres, no para que otros te vean mejor. ¿Por qué? Porque la mayoría de los hombres no reparan en si una mujer los lleva o no, según apunta un estudio de la universidad de Northumbria, en Newcastle (Reino Unido).
Algunas desventajas…
Si aún así quieres usarlos, apunta: «La primera desventaja de usar zapatos de tacón alto –explica el podólogo Samuel Grimaldo– es que si no caminas correctamente con ellos puedes causar graves daños en la estructura ósea, dañando así la columna y las rodillas». A eso se suman otras patologías muy comunes, como las lesiones en los tobillos, los dedos en martillo o los juanetes, que, en casos graves, suelen impedir volver a usarlos. Para este especialista, la recomendación básica sería reducir la altura del tacón, «deberían ser más anchos y de un máximo de seis centímetros –apunta–. Así evitarás deformaciones en los pies y lesiones en las rodillas». Y a ese consejo suma otro igual de valioso: «Debes variar las alturas y los modelos de los tacones para no forzar los pies y dejarlos descansar».
… y una grata sorpresa
Pero no todo son perjucios cuando se usan tacones altos. Además de estilizar la figura y reforzar los glúteos de quienes los usan, usar tacones de aguja, según un trabajo de la Universidad de Verona (Italia), mejora los músculos del suelo pélvico. En un estudio realizado a 66 mujeres menores de 50 años de edad que usaban a diario tacones altos se descubrió que los músculos de esa zona en estas mujeres estaban más fortalecidos de lo normal. Y ya se sabe que cuando el suelo pélvico está fuerte hay menos posibilidades de sufrir incontinencia urinaria y las relaciones sexuales mejoran.
- Zapato plano: El más adecuado hasta los 18 años. Los podólogos desaconsejan usar tacones hasta que el crecimiento de la mujer haya finalizado. Aún así, tampoco recomiendan el zapato totalmente plano. Lo ideal es un tacón de dos a tres centímetros de altura.
- Hasta 6 cm: El máximo “autorizado” por los podólogos. Para los diseñadores de moda, un tacón de menos de seis centímetros es “bajo”. A partir de esta altura, obligamos a las estructuras superiores del cuerpo (espalda, cuello) a adoptar posturas compensatorias.
- De 6 a 8,5 cm: A estas alturas empieza el problema. Los podólogos afirman que a partir de esta altura, el zapato empieza a causar problemas, pues traslada el peso del cuerpo hacia la punta del pie, cuando debería reposar, sobre todo, en el talón.
- Más de 8,5 cm: El antepié comienza a deformarse. El auténtico "tacón alto" para los diseñadores es el causante de múltiples patologías en la parte delantera del pie. Entre ellas, problemas en los metatarsianos, callos e irritación de los nervios.
- 2 cm es la altura ideal para un tacón. El pie humano está diseñado para soportar el 70% el peso corporal en el talón y el 30% en la punta del pie. Cuando el tacón es de dos centímetros, esos pesos se equilibran, pero cuando se supera esa cifra, la descompensación empieza a provocar problemas.