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Sudores, sofocos y posible irritabilidad son algunos de los síntomas de la menopausia. Tradicionalmente ha sido considerada como una etapa negativa en la mujer. Y no es cierto. No es una enfermedad, sino una transición que se refleja en la retirada de la menstruación y en un desajuste hormonal que produce tanto cambios físicos como psicológicos. Para hablar de menopausia ha de transcurrir doce meses sin periodo menstrual. Antes de que desaparezca por completo la regla, se pueden producir desajustes en los ciclos: se trata de la premenopausia. La etapa posterior a la desaparición de la menstruación es la postmenopausia. El conjunto de estas tres fases es lo que los médicos llaman climaterio.
Conoce lo síntomas
Existen unos síntomas que pueden avisarte:
- Ciclos menstruales irregulares, que pueden estar ya presentes incluso varios años antes de la menopausia.
- Sofocos. Repentina sensación de calor y ansiedad. Se debe al aumento de flujo de sangre de la piel de cuello, cara y pecho. Puede ir acompañado de sudoración y palpitaciones.
- Insomnio y fatiga diurna.
- Sequedad vaginal, que puede dificultar las relaciones sexuales.
- Cambios metabólicos y aumento de la grasa corporal.
- Osteoporosis, pérdida de calcio de los huesos. Existe una prueba médica, la densitometría, que permite cuantificar esa pérdida.
- Alteraciones del estado de ánimo que se manifiestan por disminución de la energía, cansancio, batimiento, falta de concentración, ansiedad, cambios de humor, olvidos frecuentes, irritabilidad y agresividad.
- Incremento del riesgo cardiovascular, que hace aún más recomendable llevar una vida sana y una alimentación saludable. Cuidado con la tensión y el colesterol, que suelen incrementarse.
- Pérdidas involuntarias de orina, que pueden prevenirse realizando ejercicios para fortalecer el suelo pélvico.
Cambios psicológicos ¿Son ciertos?
No es un falso mito. El desajuste hormonal (estrógenos y progesterona) provoca efectos psicológicos en la mujer y no hay que avergonzarse de ellos. Eso sí, los cambios emocionales no son iguales en todas las mujeres, sino que varían en función de la personalidad, así como del entorno familiar y laboral. Las alteraciones psicológicas más comunes son:
- Disminución de la habilidad mental en general. Puede ser más complicada la capacidad de concentración.
- Autoestima. Suele disminuir.
- Trastornos del sueño.
- Sensación de debilidad o cansancio. Te sientes con menos fuerzas, con menos energía.
- Falta de deseo sexual: En muchas ocasiones puede deberse a la sequedad vaginal, la mayor dificultad para la excitación.
- Síntomas ansiosos-depresivos. Tus emociones pueden ser más intensas, tanto las positivas como las negativas.
Síndrome de nido vacío
Es un síndrome bastante frecuente y que suele coincidir con la época de la menopausia en las mujeres. Se trata de una curiosa afección de origen psicológico o psiquiátrico.
La educación de los hijos suele absorber por completo la vida de los padres, y cuando estos se emancipan llegan los sentimientos de tristeza. En algunas ocasiones, este síndrome puede requerir ayuda psicológica.
Si estás en esta situación, compartir abiertamente tus sentimientos puede ayudar a reforzar los lazos con tu propia pareja y a superar ese sentimiento de vacío y de soledad.
Consejos básicos
- FOMENTA LA AUTOESTIMA. Es importante que afrontes este momento con una actitud positiva. Es una nueva etapa de tu vida que puedes aprovecharla para llenarte de vitalidad y experiencia. Dedícate más tiempo a ti misma.
- ACTÍVATE. No esperes a tener ganas de hacer algo; simplemente, hazlo. Todo lo que ves está hecho para ti, aprovéchalo.
- Sigue HÁBITOS ALIMENTICIOS SALUDABLES.
- ACUDE A LAS REVISIONES GINECOLÓGICAS y controles periódicos de tensión arterial y glucosa. Evita automedicarte.
- UTILIZA COMPLEMENTOS NUTRICIONALES. Las isoflavonas de soja y el lúpulo pueden ser recursos de gran ayuda. Consulta a tu médico.
- VIVE PLENAMENTE TU SEXUALIDAD. Los ovarios continúan fabricando, aunque en menor cantidad, la testosterona y los estrógenos necesarios para mantener activo el deseo sexual. La llegada de la menopausia no significa que necesariamente vayas a dejar de disfrutar de tus relaciones íntimas. En algunas mujeres, los cambios hormonales propios de la menopausia hacen que la lubricación de la excitación sexual sea menor. Esto suele corregirse sencillamente utilizando geles lubricantes.
¡ARRIBA LA AUTOESTIMA!
Busca una foto de cuando eras pequeña. Mírala por unos instantes y comprométete a cuidar de esa niña. Repasa cómo te hablas a ti misma en tu diálogo interior y modifícalo de manera que seas mucho más tolerante contigo misma. Al finalizar el día intenta repetir, todas las veces que puedas, las siguientes frases: “Hoy me he sentido bien conmigo misma por...” ,“Hoy e hecho algo bueno para mí cuando...”, “Me gusto más a mí misma cuando...”, Me empiezo a dar cuenta de que tengo la virtud de...” ,“Aunque he cometido un error, me doy cuenta de que...”.